J. M. C.

Por tercer año consecutivo la plaza Mayor y el paseo del Muro lucieron los colores de los pendones de los pueblos leoneses, traídos a orillas del Cantábrico por la Casa de León en Asturias como colofón de sus fiestas patronales en honor de la Virgen del Camino y San Froilán.

Pasadas las once y media de la mañana, tras un recibimiento oficial en los soportales de la Casa Consistorial, a cargo de una representación de la Corporación de Gijón encabezada por el edil Rafael Felgueroso Villar, veintiséis pendones se agitaron en la plaza Mayor a los sones de la dulzaina y el tambor. Luego salieron en desfile a todo lo largo del Muro.

Los actuales pendones leoneses por su forma, color y funciones están considerados descendientes directos de los pendones militares usados por las mesnadas medievales durante la Reconquista. La forma de los pendones leoneses es casi rectangular, con dos puntas y un corte central, siendo en la mayoría la punta superior de mayor longitud que la inferior. Era costumbre que cada pueblo tuviera su pendón identificativo y desde hace años una asociación vela por la recuperación y conservación de esta tradición, organizando paradas como la de ayer en Gijón por toda España.

La marcha finalizó en el hotel Begoña Park, donde se sirvió un almuerzo al que acudieron cuatrocientos comensales. Marcos Martínez, vicepresidente primero de la Diputación de León, acudió a la jornada en Gijón en representación de la primera institución leonesa.