Director gerente del Centro Municipal de Empresas

C. JIMÉNEZ

El ingeniero gijonés Bernardo Veira es desde el pasado 2 de enero director gerente del Centro Municipal de Empresas de Gijón (CME), uno de los gigantes de la gestión municipal que mueve este año un presupuesto que ronda los cuatro millones de euros. Veira relevaba el pasado agosto a Gonzalo González Espina como director del Parque Científico y Tecnológico de Gijón y a principios de 2012 asumía la dirección del CME, un ente que dice haber encontrado muy bien gestionado, en cuanto a transparencia y rigor presupuestario y en las acciones emprendidas hasta el momento.

-¿Asusta asumir la gestión de una empresa municipal en tiempos de crisis?

-No sé si es algo puntual o fruto de la crisis, pero nos estamos encontrando con que vienen muchas empresas a estar bajo el paraguas de residencias empresariales. En estos seis meses ha aumentado un 10 por ciento. En el parque estamos al cien por ciento de ocupación; en el edificio «Asturias», al 95%, y dentro de poco, al 100%; en «Cristasa», al 90%; el «Intra» probablemente de aquí a un año esté completo, y las naves de Mora Garay también están al 95%. La verdad es que lo que nos hace falta es techo.

-¿De qué tipo de espacios están necesitados?

-Desde que llegué vengo escuchando la cantinela de que hay que ampliar el parque, pero la máxima prioridad no es el suelo, sino el techo empresarial. Ahora mismo en polígonos industriales hay suelo de sobra en Gijón, y en suelo científico y tecnológico ya estamos trabajando desde las concejalías de Urbanismo y Desarrollo Económico para decidir nuevos enclaves.

-¿Hacia dónde se realizará la próxima ampliación?

-Cualquier ampliación estará vinculada a la Milla del Conocimiento en general, porque no tiene sentido irse a otros enclaves, por ejemplo, a La Camocha.

-¿Y el Parque de Naval Gijón tampoco es viable?

-Eso es ya un tema de Pleno municipal. Es un proyecto en el que hay muchas cosas que mirar, y no es sólo cerrarse a uso residencial o industrial. Tiene cabida todo: como empresarial, sobre todo, temas de turismo o gastronomía, como han hecho los vascos, pero, desde luego, ni yo ni el concejal podemos decidir, eso es algo en que tendrán que ponerse de acuerdo a nivel de Corporación.

-¿Qué será lo inmediato?

-Cuando llegué me llevé la sorpresa de que no había previsto nada para la ampliación de las residencias empresariales, así que inmediatamente nos pusimos con la ampliación del edificio «Asturias». Ésa es la urgencia máxima y también la ubicación idónea, porque se obtiene con la menor inversión posible el mayor número de metros útiles. Se ampliará con un edificio compacto, bioclimático, altamente eficiente, independiente pero conectado con el edificio «Asturias».

-¿Les preocupa el tema de la movilidad?

-Ahí hay que trabajar desde muchas disciplinas y de manera eficaz. El tema de los aparcamientos es una cuestión que se está abordando desde la entidad de conservación del parque constituida en octubre. Ahora mismo sólo se pueden tomar medidas paliativas. Estamos en una situación transitoria en la que parece que el problema se ha arreglado, pero en realidad lo que está ocurriendo es que al urbanizar la cuarta fase se han generado más plazas públicas, pero que ya se están usando. El desahogo es temporal, porque cuando se edifiquen las trece parcelas pendientes el problema volverá, y agravado.

-¿Qué medidas proponen?

-Hemos endurecido pliegos de licitación, favoreciendo a las pymes, impidiendo que una empresa ocupe más de una parcela, y también se han endurecido las condiciones de aparcamiento, de forma que cada 20 metros de espacio alquilable tienen que generar una plaza de aparcamiento bajo rasante o en superficie, pero dentro de su parcela. Antes el límite estaba en 50 metros.

-¿Qué tipo de empresas quieren estar en el parque?

-Son principalmente ingenierías, pymes vinculadas al sector de la energía y el desarrollo sostenible, que parece que es el que tira más en este momento.

-La prioridad del nuevo Gobierno es apoyar a los emprendedores. ¿Qué están haciendo desde el Centro de Empresas?

-En el consejo de administración de enero hemos sacado las ayudas a la creación de nuevas empresas, una actuación continuista, aunque incrementamos un 20% la partida, y queremos, en función de la ejecución presupuestaria, extenderlo a lo que llamamos segunda oportunidad, abarcando sectores emergentes para los que ya han tenido la primera experiencia empresarial y quieren probar otra cosa o que han fracasado y quieren volver a intentarlo.

-¿De qué tipo de ayudas se podrán beneficiar las empresas?

-Al consejo de febrero llevamos un paquete de medidas financieras, entre las que se incluyen las bases de las plataformas de desarrollo empresarial, que aumenta un 20% la partida, de 500.000 a 600.000 euros, con la novedad de que se incluye una ayuda específica a la comercialización. Además, queremos sacar un capital semilla en la modalidad de préstamos participativos por el mismo importe, parecido a lo que ya han puesto en marcha en Avilés. Este capital semilla está dirigido a «start ups», empresas que se están presentando al fondo capital riesgo o a otras líneas pero que les están dejando en espera precisamente por tratarse de pequeños proyectos. Lo que haremos será ofrecer préstamos en unas buenas condiciones.

-¿Son receptivos los empresarios a esas medidas?

-Nos están llegando muchas empresas de Madrid o Barcelona interesándose por el fondo capital riesgo. La lectura que yo saco es que no debe de haber muchas iniciativas de este tipo en España cuando están dispuestas a ubicarse en Gijón. Llegan en primer lugar por razones de financiación, pero también por las facilidades que damos en cuanto a oficinas en alquiler. En los seis meses del nuevo Gobierno, pese a todo lo que ha pasado con la crisis de la deuda, unos meses que han sido durísimos, hemos aumentado la ocupación de nuestras residencias.

-¿Qué proyectos se proponen afrontar para esta nueva etapa en el Centro de Empresas?

-Habrá muchas novedades, sobre todo, técnicas. El 1 de enero firmamos un convenio con el Centro de Arte que permitirá estrechar las relaciones con el Parque Tecnológico. Es evidente que a empresas que están en el parque les interesa colaborar con el Centro de Arte en diferentes proyectos tecnológicos, y viceversa, los artistas del Centro de Arte acceden a tecnología que no dominan. Con el Botánico y la Universidad estamos estrechando la colaboración en muchos proyectos de investigación. El éxito de este parque se basa en la ubicación. Probablemente en otro sitio no hubiera funcionado tan bien, por eso hay que intentar generar suelo dentro de la Milla del Conocimiento». Cuando no haya ya ninguna posibilidad en este entorno saldremos fuera, pero no al revés.

-¿La marca Milla del Conocimiento es un aval?

-Lo que está claro es que se ha creado una marca que está funcionando bastante bien. Si lo comparas con otros parques, igual no es tan maravilloso, pero la realidad nos dice que está cogiendo mucho protagonismo y que hay que explotar esa marca. Sería de necios no hacerlo.