R.V.

No es la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia) un proyecto exclusivamente gijonés, pero sí se desarrolla en terreno de la ciudad y aquí es donde ha generado conflictos vecinales y políticos. El primer movimiento del nuevo Gobierno en este tema fue autorizar un gasto de 39,6 millones para la fase III de los accesos, las anteriores no pueden ser adjudicadas por estar pendientes de procesos judiciales, y el segundo, diseñar un plan de futuro de la entidad donde hay un reparto de gestión entre la Autoridad Portuaria de Gijón, la Dirección General de Carreteras del Principado, el Idepa y Sogepsa.

La coincidencia de este cambio estructural con unas manifestaciones públicas de la alcaldesa, Carmen Moriyón, evidenciando la delicada situación de un proyecto que definió como «cuento de la lechera», llevó al PSOE a acusar a los líderes foristas de uno y otro gobierno de torpedear un proyecto básico para la recuperación económica de Asturias.

También fue el PSOE quien denunció en su momento, y sigue denunciando, las repercusiones para Gijón de la paralización del proyecto de vinculación de la papelera Ence con el puerto de El Musel. Los socialistas gijoneses acusaron directamente al Gobierno de Cascos de tomar una decisión que favorece al puerto gallego de Ribadeo. El PSOE gijonés cuantificó en 16,5 millones el valor de los trabajos que quedaban en suspenso en El Musel. Desde la Autoridad Portuaria y desde el Ayuntamiento de Gijón, se ha mantenido que el proyecto seguía adelante sin problemas. La suma de este dinero más los cuatro millones del «Plan A» para el invernadero, las bajas de las obras de este mismo plan que debían revertir en Gijón y modificaciones sobre actuaciones previstas en el área rural gijonesa y en los entornos del Parque Científico-Tecnológico y el Intra han llevado al PSOE a calcular unas pérdidas de 23 millones para Gijón de dineros autonómicos.