Luján PALACIOS

El Centro de Arte y Creación Industrial de la Laboral fue tomado ayer por más de 2.000 de niños cargados de energía. En el sentido figurado y en el más literal, porque los pequeños participaron de forma masiva y un tanto frenética en la fiesta denominada «El viaje energético», convocada por EDP-HC, como actividad vinculada a un programa que se desarrolla en varias comunidades autónomas y que lleva varios cursos familiarizando a los alumnos de los primeros ciclos de Primaria con el origen de la electricidad, sus usos y consumos responsables. A través del juego los niños, además, van tomando conciencia de la importancia creciente de las energías renovables. Y esa lección, pero en forma de gran fiesta, fue la que se repitió ayer en Laboral Centro de Arte. De tal forma que a lo largo y ancho del centro se dispusieron talleres y juegos en los que conocer de cerca el mundo eólico, el de la biomasa, el hidráulico, el solar y el geotérmico. Todo ello con diferentes personajes caracterizados, actuaciones musicales y gran alboroto.

Las hermanas Olaya y Laura Huerta se dedicaron buena parte de la mañana a recortar papel pinocho de colores, que luego pegaron a un tubo de cartón. «Luego lo llenas de lentejas y suena como si fuera agua», explicaban las niñas sobre el palo de lluvia que acababan de fabricar. Laura Alfonso, de 10 años, pintó un rato en el mural de las energías, y casi todos los pequeños saltaron en los hinchables. Además, los ganadores del concurso de dibujo recibieron sus premios, en una jornada para recargar las pilas.