Miriam SUÁREZ

Agilidad. Es lo que Bruesa Inmobiliaria pidió ayer al Ayuntamiento en la reunión que su delegado, Javier Villamandos, mantuvo con la concejala de Urbanismo, Lucía García. La empresa promueve el desarrollo del llamado PERI 01, un plan especial de reforma interior que transformará 22.000 metros cuadrados de suelo entre Santa Olaya y El Arbeyal. Esta operación está pendiente de que se apruebe el proyecto para la urbanización del terreno y los derribos de las edificaciones preexistentes.

Bruesa se encuentra sometido a un proceso concursal y todos sus movimientos empresariales están judicializados. Aun así, mantiene su apuesta por el PERI de El Arbeyal y asegura que esta operación se presenta como una oportunidad para mejorar sus apretadas finanzas. De ahí la urgencia del grupo inmobiliario por completar la tramitación administrativa del plan de reforma, que lleva fraguándose desde hace más de tres años y permite la construcción de 250 nuevas viviendas frente a la playa.

A la reunión de ayer también fue convocado el presidente del Club Natación Santa Olaya, Félix Fernández. La institución deportiva de la zona oeste se juega, con este PERI, la futura ampliación de sus instalaciones. La urbanización del terreno dejará una reserva de suelo para uso deportivo, que el Ayuntamiento y Bruesa se comprometieron a ceder al Santa Olaya a cambio de que el club facilitase la operación vendiendo la parcela que tenía dentro del ámbito del plan de reforma.

«Las tres partes estamos interesadas en que esto se lleve a cabo», fue la conclusión de un encuentro que, si bien sirvió para reafirmar el apoyo del gobierno municipal a esta actuación urbanística, no supuso ningún avance significativo. Bruesa, en cualquier caso, ya está buscando una empresa especializada que lleve a cabo las demoliciones en cuanto sea posible. Según el club Santa Olaya, «esta zona es ahora un bardial», ya que la mayoría de talleres y edificaciones se encuentran vacías.

Quienes todavía permanecen en el ámbito de actuación del PERI 01 sostienen, sin embargo, que «no es cierto que esta zona esté en condiciones de insalubridad», aunque «el Ayuntamiento no permite que se haga ninguna obra y así es muy fácil dejar que se caiga a cachos». Bruesa recaba información sobre las circunstancias de los propietarios e inquilinos que se mantienen en el área afectada para tratar de llegar a acuerdos.

A día de hoy, la inmobiliaria controla en torno al 65 por ciento del terreno afectado por el PERI 01, porcentaje que supera holgadamente las exigencias de la normativa aplicable en estos casos. Las obras de urbanización tenían que haberse iniciado a principios de 2011. La idea es que no se demoren más allá de este año.