Miriam SUÁREZ

La sociedad Valle del Tejo, encargada de movilizar el patrimonio inmobiliario de Caja Cantabria, ha iniciado formalmente la comercialización de las viviendas habilitadas en el edificio del antiguo Banco Gijón. Lo hace cuatro meses después de dar por terminada definitivamente la obra y tras haber descartado una oferta empresarial por todo el inmueble. Dicha propuesta estuvo sobre la mesa hasta mediados de febrero.

De ahí que Valle del Tejo no se haya metido de lleno hasta ahora en la comercialización de los pisos, aunque un cartel desplegado sobre la fachada del edificio ya anuncia desde hace tiempo su venta. La reforma del antiguo Banco Gijón se remató el pasado mes de noviembre y, desde entonces, la sociedad ha estado tramitando los permisos de Industria y las células de habitabilidad. Tiempo que aprovechó, a su vez, para estudiar la oferta que un grupo inversor había hecho por el bloque completo.

Finalmente, las partes no llegaron a un acuerdo, así que Valle del Tejo -con sede en Cantabria- ha encargado a la agencia ovetense Vetusta Gestión Inmobiliaria que venda los pisos de forma individual. La reforma del Banco Gijón, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, despertó tal expectación que, ya durante las obras, se llegó a crear una lista de espera con posibles interesados. Ese interés, sin embargo, ha ido menguando a medida que se eternizaba la remodelación y se agravaba la crisis inmobiliaria.

A día de hoy, sólo cinco compradores han formalizado su reserva, aunque la sociedad que canaliza la cartera patrimonial de Caja Cantabria confía en dar salida «pronto» a las 32 viviendas existentes en el antiguo Banco Gijón. Para facilitar el proceso de comercialización, se han ajustado los precios inicialmente previstos -de unos 7.000 euros por metro cuadrado-, adaptándolos a la nueva realidad del mercado, muy distinta a la de hace siete años, cuando se puso en marcha la operación.

El promotor y ex consejero de Urbanismo, Luis Priede, fue quien cerró en 2005 la compra del inmueble con el entonces Banco Santander Central Hispano. Pero problemas financieros le impidieron materializar su iniciativa de construir viviendas de lujo en el imponente edificio de la calle Munuza, y en 2006 se producía la primera paralización de las obras. Del proyecto se hicieron cargo, poco después, los arquitectos Antonio Hernández y Felipe Ceña, que tampoco pudieron llevar la actuación a término.

La remodelación del antiguo Banco Gijón partió con un plazo de ejecución de 15 meses. En 2008, sin embargo, la reforma se encontraba todavía a medio hacer. Este calvario constructivo se empezó a resolver a finales de 2010, cuando Caja Cantabria tomó las riendas de la operación y encargó a Construcciones VIR que completase el acondicionamiento interior del inmueble. La entidad financiera, que hoy forma parte del grupo Liberbank junto con Cajastur, intenta ahora sacarle rendimiento a esta inversión inmobiliaria.