C. JIMÉNEZ

El «espectacular» incremento de las cifras de negocio del Parque Científico y Tecnológico de Gijón en el último año, en plena crisis económica, ha llevado al gobierno local a definir este espacio como una de las «joyas» de la economía local. El balance del ejercicio 2011 refleja un incremento de un cuatro por ciento en la facturación conjunta de las 85 empresas que, a 31 de diciembre de 2011 tenían su sede en el área empresarial de Cabueñes, superando de nuevo, como en la etapa anterior a la recesión, la barrera de los mil millones de euros.

A ello se suma el crecimiento del número de sociedades asentadas en el Parque Científico, que vio superado en un 20 por ciento las cifras registradas en el ejercicio anterior, pasando de 71 a 85 en tan sólo un año. Ello no implica que se trate de la creación de nuevas sociedades, pero sí refuerza el peso de este espacio como polo de atracción de la actividad económica en la ciudad, donde se concentra una amplia representación del sector tecnológico y de las ingenierías asturianas, así como varias multinacionales y empresas de servicios.

El incremento de las cifras de negocio del último año cobra, si cabe, más fuerza, pues en 2010 se había detectado una ligera caída de los ingresos. Sus gestores atribuían ese retroceso a «situaciones puntuales» de las empresas, pero lo cierto es que ese año se perdieron 102 millones de facturación frente a los 1.076 millones de euros que se movieron en 2009. El volumen de facturación cayó un año después hasta los 974 millones de euros, lo que supone un retroceso del 9 por ciento.

Una situación absolutamente coyuntural a la vista de la cuenta de resultados del ejercicio recién finalizado 2011, con unas cifras de negocio que alcanzaron los 1.014 millones de euros. Se alcanzan así unos valores muy similares a los registrados antes de la crisis, cuando las empresas del Parque Tecnológico de Gijón movían en torno a 1.038 millones de euros de facturación con tan sólo treinta y nueve sociedades.

Sí se mantienen constantes las cifras de empleo, que no han hecho más que crecer en la primera década de vida de este espacio empresarial. Un repaso a la evolución histórica del conjunto de trabajadores que desarrollan su actividad profesional en este espacio apunta al Parque Científico como un auténtico caladero de empleo en tiempos de crisis. De los 29 trabajadores de los inicios, en 1999, once años después los registros se multiplican hasta los 1.951 de 2010 y los 2.291 de 2011. Una situación que se encuentra muy vinculada a la reciente ocupación de los nuevos espacios empresariales del Intra. Por sexos, las mujeres representan ya el 33 por ciento del empleo total, nueve puntos más que en 2010, cuando sumaban 470. El 31 de diciembre pasado eran 758 las mujeres cuyo centro de trabajo se sitúa en esta área, lo que representa un incremento del 61% en tan sólo doce meses.

La inversión en investigación y desarrollo (I+D+i) también crece -hasta un 72 por ciento entre 2010 y 2011-, pasando de 12 a 21 millones de euros. El director del Centro Municipal de Empresas, Bernardo Veira, manifestaba recientemente, a través de las páginas de este diario, el interés del gobierno local por facilitar un marco de ayudas a las empresas que permita afianzar la actividad económica en el municipio. La respuesta a esta medida tiene su reflejo en cifras: en los últimos seis meses se ha incrementado un 10% la ocupación de las residencias empresariales.