C. J.

«El escenario actual pasa por purgar los excesos del pasado». Jonás Fernández, director del servicio de estudios de Solchaga Recio & Asociados, es tajante a la hora de la analizar los retos más inmediatos de economía española. Ayer participó ayer en el curso de verano de la Universidad de Oviedo sobre «Los impuestos: una aproximación para no iniciados» que se celebra en la Facultad de Comercio bajo la dirección de Francisco Delgado y Roberto Fernández Llera. A través de ponentes de reconocido prestigio se pretende acercar a las claves del sistema tributario español y las novedades que implican las recientes reformas emprendidas o en estudio para ofrecer una base fiscal a los asistentes. El argumento de Fernández es que la prioridad en este momento debe ser usar el dinero del rescate bancario para sanear el sector financiero. «A corto plazo no existen escenarios buenos, sólo menos malos». De ahí que la única solución que se contempla pasa por reducir la deuda tanto a nivel de Estado como a escala más pequeña, del consumidor.

«La demanda interna seguirá deprimiéndose durante los próximos meses», advierte antes de apuntar, como posible salida, ver cómo mejorar las exportaciones. Pero antes, explica el economista ovetense, «hay que garantizar una cierta certidumbre sobre la honorabilidad de la deuda española y reducir los costes financieros a los empresarios». Y prosigue: «Mayo ha sido un mes dramático, la reforma financiera anunciada por el Gobierno abrió todavía más interrogantes que soluciones». Según el director del servicio de estudios de Solchaga Recio, la posterior «nacionalización» del cuarto banco del país ha desembocado en «un vodevil extraordinario» pero reconoce que el fichaje de José Ignacio Gorigonzarri como presidente ha sido «un acierto» porque la presencia del ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, «sólo generaba incertidumbres» tanto para la entidad bancaria como para el sistema económico español, argumenta Fernández sobre los acontecimientos de las últimas semanas. En cualquier caso, y pese al difícil escenario que se plantea para Europa, está «firmemente convencido» de que España no se saldrá del euro pero advierte de que si Grecia lo hace, lo que cabría esperar es «un repunte extraordinario de los tipos de interés», que generaría una tensión en los mercados muy fuerte.

«A corto plazo no toca hablar de activar el consumo. El rescate lo que ha hecho es elevar la deuda pública en, al menos, diez puntos porcentuales del PIB. Eso es lo único seguro, el resto son incertidumbres», insiste el economista ovetense. El éxito de la operación de rescate, advierte, dependerá de que el Estado sea capaz de, bien obtener en intereses o mejorar la gestión de las entidades que intervengan, para obtener una rentabilidad suficiente para devolver esa deuda a Europa.

En cuanto al régimen de fiscalidad, Jonás Fernández reconoce que tras el rescate cabe pensar que «nos hemos situado en el peor escenario» y habrá nuevos ajustes, «aunque es algo que el gobierno no quiere asumir; la condicionalidad fiscal está clara en el rescate».