marcos león

El Colegio de la Inmaculada clausuró ayer sus fiestas después de tres días de actividades. A las diez y media de la mañana, las puertas del centro se abrían a quienes quisieron colaborar con el mercadillo de libros y las cooperativas organizadas por los escolares. Y la jornada festiva se prolongó hasta las cinco y media de la tarde, con hinchables, festivales infantiles, una comida colegial y una eucaristía en la que participaron los alumnos y sus familias, como puede verse en la foto de la derecha. Los estudiantes dieron por terminado el día con lo que bautizaron como «gran fiesta de la limpieza», en la que, además de divertirse, arrimaron el hombro.