M. CASTRO

La Autoridad Portuaria de Gijón está ofreciendo a través de su página web la concesión de las cincuenta hectáreas del nuevo muelle norte, el mayor de la ampliación portuaria, con un coste para los operadores interesados de 8 millones de euros anuales. Ese precio es un 20% inferior al canon que paga la terminal de graneles sólidos EBHISA, que es de diez millones de euros anuales y que dispone de doce hectáreas de almacenamiento, diez a pie de muelle y otras dos en Aboño.

De las 50 hectáreas que oferta la Autoridad Portuaria, sólo 10 han sido asfaltadas. Aparte del coste de urbanizar las restantes, la construcción de una terminal granelera que permita la plena operatividad de esos muelles (para mover hasta 25 millones de toneladas anuales) supondría una inversión de más de 150 millones de euros, lo que no quiere decir que si aparece alguna empresa interesada vaya a desarrollar un proyecto de tal envergadura.

La Autoridad Portuaria deja abierto el uso de los terrenos, bien para instalar una terminal de graneles sólidos para mover carbón y mineral de hierro, bien para una terminal de contenedores. El «coste aproximado» para el concesionario que se cita en el anuncio es de 16 euros por metro cuadrado al año (lo que multiplicado por los 500.000 metros cuadrados de esa superficie da los 8 millones citados, en el caso de que la concesión abarcara la totalidad de la misma). La modalidad de explotación que plantea es «bajo contrato de concesión de un máximo de 30 años». En esas tres décadas, el ahorro respecto al canon que actualmente paga EBHISA sería de 60 millones de euros para los concesionarios de la futura terminal.

La oferta de estos terrenos en la ampliación portuaria se produce a las puertas de la reunión que mantendrá el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, con el de la Autoridad Portuaria de Gijón, Emilio Menéndez y el director de Arcelor-Mittal Asturias, José Manuel Arias, sobre los costes logísticos de la multinacional en Asturias tras el aumento de las tasas portuarias y también el de las tarifas que cobra EBHISA, cuyo principal cliente es Arcelor. En la reunión, Llorca también tratará de agilizar la venta del 68,8% de las acciones que la Autoridad Portuaria posee en EBHISA, algo para lo que es clave la postura de Arcelor, que aporta cerca del 80% de las toneladas que se descargan en la terminal.

La intención de la Autoridad Portuaria, cuando se acometió la ampliación de El Musel, no era vender EBHISA, sino desmantelarla, construir una nueva y mayor terminal granelera en el muelle norte y destinar el muelle Marcelino León, el de EBHISA, aumentando su superficie con terrenos colindantes de la ampliación, a una posible terminal de contenedores de líneas transoceánicas.

Ese proyecto se vino abajo cuando en 2010 Arcelor Mittal rechazó el traslado de la terminal granelera al muelle norte, al estimarse entre 150 y 200 millones de euros el coste de comprar dos grúas pórtico de 75 toneladas, el traslado de la más moderna de EBHISA de 50 toneladas y la construcción del sistema de cintas para evacuar el mineral (EBHISA dispone de doce kilómetros de cintas que la conectan con Aboño).

Las 10 hectáreas que está acabando de urbanizar el puerto en el muelle norte van a ser usadas por Alvargonzález para mover carbón (que ahora maneja en otro muelle), pero sin concesión del terreno. Por su parte, Lissan Coal Company está usando, sin concesión, la zona colindante a EBHISA.