R. GARCÍA

Un atracador asaltó ayer alrededor de las dos de la tarde la oficina de Cajastur situada en la calle Naranjo de Bulnes, en el barrio de Nuevo Gijón. El acusado, un hombre de mediana edad al que ahora buscan los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría, accedió a la entidad bancaria con la cara cubierta y amenazando con una pistola a los empleados y clientes que en ese momento se encontraban en la oficina. Tras el atraco, que se prolongó durante apenas unos minutos, el asaltante huyó de la zona con un botín de aproximadamente 25.000 euros.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron poco después del asalto varias patrullas de agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Los funcionarios entrevistaron a los testigos de los hechos y recabaron información acerca del aspecto físico del atracador. Los agentes buscan ahora a un hombre de aproximadamente 1,80 de estatura, moreno de piel, con marcas en la cara y gafas. El ladrón accedió a la entidad bancaria con el rostro cubierto con la capucha de su sudadera y una braga de color negro con la que se tapaba la boca y la nariz. Tras obligar a los empleados y clientes a tirarse al suelo gritando «esto es un atraco», el acusado se apoderó del dinero que encontró en el búnker de la oficina abandonando posteriormente a pie el lugar de los hechos. Ninguno de los testigos precisó asistencia sanitaria. A pesar de todo, los empleados y clientes se encontraban «nerviosos y alterados» cuando llegó la Policía.

Los agentes de la Brigada de la Policía Científica se desplazaron también hasta la sucursal situada en la calle Naranjo de Bulnes para recoger pruebas que pudieran llevar a la plena identificación del acusado. Una labor para la que los funcionarios también solicitan la colaboración ciudadana pidiendo, especialmente a los vecinos de la zona, que aporten cualquier pista que pudiera ser útil a la investigación. La Policía sospecha que el delincuente podría haber vigilado la oficina los días previos al atraco merodeando por las inmediaciones de la sucursal. Los agentes investigan además si el atracador contó con la colaboración de una segunda persona que le habría dado cobertura esperándole fuera de la oficina en un coche. De hecho, la sucursal podría haber sido elegida por su cercanía con la autopista.

Éste es el segundo atraco que se produce en una entidad bancaria de la ciudad en poco menos de un mes. En junio un sexagenario intentó robar 43.000 euros en una sucursal del Banco Herrero situada en la avenida de la Constitución. El acusado, que accedió a la oficina armado con un cuchillo y una pistola, fue detenido por la Policía cuando trataba de abandonar el lugar de los hechos. En este caso los empleados aprovecharon un momento de descuido del delincuente para huir de la oficina y llamar a la Comisaría desde una gasolinera cercana.