F. G. / P. T.

La Autoridad Portuaria de Gijón rechaza acoger en los muelles de El Musel a un barco siniestrado hace varios días en el Atlántico Norte y que está siendo remolcado en espera de que se le asigne un puerto de refugio. En una nota remitida a la Dirección General de la Marina Mercante, a la que este periódico ha tenido acceso, los nuevos responsables de El Musel señalan que «en la situación actual», el puerto gijonés «no dispone de muelles para acoger a un buque en las condiciones» del siniestrado.

Según la versión de la Autoridad Portuaria, a partir del tramo del Muelle Norte, la ampliación se encuentra en precario y carece de las «condiciones de explotación y habilitación necesarias» para realizar las operaciones de reparación que requiere el buque portacontenedores, el «MSC Flaminia», de armador alemán, que sufrió un grave incendio el pasado 14 de julio y que permaneció varios días a la deriva en alta mar.

El Musel ha pedido a Marina Mercante, que será quien decida el puerto de refugio del barco siniestrado, en caso de que sea remolcado a una dársena española, que estime «otras opciones distintas a las del puerto de Gijón para el refugio de este buque, teniendo en cuenta su situación y el lugar en el que se encuentra localizado», lo que hace más sencillo su traslado a puertos británicos o franceses. El «MSC Flaminia» lleva, primero a la deriva y ahora remolcado, en el Atlántico desde el 14 de julio, cuando se registró un incendio en la bodega 4, que provocó varias explosiones y daños cuantiosos y que obligó a sus 22 tripulantes y dos pasajeros a abandonar la nave. Se trata de un buque portacontenedores de armador alemán y fletado por la Mediterranean Shipping Company» (MSC), una de las mayores empresas navieras del mundo en términos de capacidad de carga de contenedores.

El buque sufrió el accidente a unas 1.000 millas de tierra en su trayecto desde Charleston (Estados Unidos) a Antwerp (Bélgica). Sus tripulantes fueron recogidos por el petrolero «DS Crown» y trasladados al puerto inglés de Falmouth, cuya guardia costera fue la que recibió la llamada de auxilio informando de la embarcación siniestrada.