R. VALLE

«Ninguna persona con conocimientos sobre turismo entiende que la Copa Davis fuera a llenar la ciudad durante un mes. La Copa Davis sí puede hacer promoción de la ciudad y llenar, como llenó, Gijón los días del evento. La Copa Davis era, principalmente, promoción para Gijón». El concejal forista Fernando Couto, presidente de la Sociedad Mixta de Turismo, sumaba ayer esta reflexión al polémico debate abierto sobre el nivel de repercusión en el sector turístico de la ciudad de la celebración, entre los días 14 y 16 del mes pasado, de la semifinal de la competición tenística entre las selecciones de España y Estados Unidos. Competición que ganó España con un equipo liderado por David Ferrer.

Las expectativas sobre la movilización de visitantes generada por el gran evento internacional -se esperaban unos 15.000, de los que un 40% procedía de fuera de Asturias- recibieron un jarro de agua fría esta semana con la publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) de los registros de ocupación hotelera correspondientes a septiembre. Los hoteles de Gijón computaron 32.283 viajeros que realizaron 71.602 pernoctaciones. Registros que suponen un descenso, respectivamente, del 18,2 y del 12,4% con respecto al mismo mes del año anterior, donde no se incluía ningún evento extraordinario de características similares a la Copa Davis.

«Desconozco dónde está el problema con la Copa Davis y cuál es la crítica cuando los datos no se conocen», sentenció el edil de Turismo poniendo al PSOE, el grupo político más beligerante con este tema, como destinatario del mensaje, que incluyó el anuncio de que en unos días estará cerrado el informe económico vinculado a la realización del evento en la ciudad. «La aportación del Ayuntamiento a la Sociedad Mixta de Turismo para organizar la Copa Davis fue de un millón de euros. Su fracaso o éxito económico será en función de la desviación, o no, que se haya tenido sobre ese millón de euros», indicó el edil. Un millón de euros que debería servir para dejar en Gijón unas ganancias de 30 millones haciendo bueno el cálculo planteado por el presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, al firmar con Carmen Moriyón el protocolo de organización del evento de que por cada euro invertido se revierten 30 en la ciudad. «No tengo ninguna duda de que las cifras son muy positivas», adelantó Couto.

En su ataque al PSOE sobre el tema de la Davis, Couto utilizó como argumento unas declaraciones públicas realizadas en su momento por el edil socialista José Ramón Tuero, ahora director general de Deportes en el Gobierno del Principado, en las que se reivindicaba la importancia para Gijón de albergar una competición tenística de la categoría de la Copa Davis y se sugería una actuación económica conjunta entre Ayuntamiento y Principado. «¿Cómo explica ahora desde la Dirección General de Deportes que la aportación del Principado haya sido cero?», le reprochó Couto.

Más allá de la Copa Davis, en el análisis que se hace desde la Sociedad Mixta de Turismo de los datos de septiembre se destaca que Gijón es el destino turístico de Asturias que mejor aguanta la caída de la ocupación hotelera. Si la comparación se establece con Oviedo, las pérdidas se reparten. Oviedo pierde más pernoctaciones que Gijón -un descenso del 16,24% en la capital del Principado frente a una caída del 12,49% en la villa de Jovellanos-, pero las tornas cambian en el cómputo de viajeros: una rebaja del 18,24% en Gijón frente a un descenso del 13,26% en Oviedo.

Pero si Gijón se «salva» en parte de la debacle del turismo asturiano, sale muy mal parada en las comparaciones con otras ciudades costeras del norte de España que pueden tener atractivos similares para los turistas. Los descensos de septiembre en la vecina Santander, tanto en viajeros como en las pernoctaciones, son muy inferiores a los computados en Gijón. Y en otras ciudades, como La Coruña o San Sebastián, se da incluso una situación de incremento positivo de las dos pautas analizadas.

Además, las estadísticas del INE para septiembre confirman la caída de visitantes y de pernoctaciones detectada durante los últimos meses en la ciudad y concretada de manera singular en los meses de verano, como temporada fuerte del turismo vacacional. Caída a la que no es ajeno el sector hotelero, con anuncios de cierres de instalaciones y ajustes de plantilla.