L. PALACIOS

La Consejería de Sanidad aseguró ayer que la unidad de vértigo de Cabueñes «no se cerrará» y que todos los pacientes serán «debidamente atendidos como hasta ahora».

Fuentes del Ejecutivo regional señalaron que lo único que se hará será reestructurar el funcionamiento de esta unidad, «que nunca llegó ni siquiera a funcionar como tal administrativamente», de manera que todos los profesionales del servicio de otorrino del hospital «irán rotando por la unidad para formarse en esta especialidad, toda vez que se trata de una patología que afecta a cada vez más pacientes», en lugar de que la atención sea prestada por un grupo reducido de facultativos.

La Consejería considera que la hasta ahora responsable de la unidad, la doctora Paz Pérez, que denunció públicamente el cierre de la unidad de vértigo, «actúa movida por algún tipo de temor a verse relegada en sus funciones al pasar a ser compartidas con otros facultativos», algo que «no será así», indica el Principado.

El doctor Méndez Colunga, jefe del servicio de otorrinolaringología de Cabueñes hasta hace cinco meses, cuando fue incapacitado por enfermedad, salió ayer, por su parte, en defensa de la doctora Pérez. «Yo fui el creador y potenciador de esa unidad de vértigo tan necesaria dentro del Hospital de Cabueñes, pero fue irme yo y comenzar el acoso y derribo», sentenció.