Luján PALACIOS

La educación vive momentos «muy difíciles» y por eso se hace más necesario que nunca luchar para tumbar los cambios proyectados por el Gobierno de la nación. Luis Fernández a Ignacio Fernández de Castro, miembros del Movimiento Social por la Escuela Pública de Asturias; Juana Llana, de FAPAS Xixón, y Covadonga Linares y María Verdeja, representantes de la Asociación Asturiana de Pedagogía, participaron ayer en una mesa redonda en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón titulada «La educación en la encrucijada aquí y ahora: la crisis como quiebra de un derecho universal», un acto en el que quedó patente cómo la formación de las generaciones futuras corre «un serio peligro».

Los ponentes coincidieron en señalar cómo la enseñanza «no es una prioridad» para los gobernantes, y cómo los últimos recortes están dejando al sistema casi sin recursos. «Es una tomadura de pelo», consideran, porque, por ejemplo en el caso de la enseñanza universitaria, a las subidas de tasas se suman los recortes en las ayudas al estudio, las becas de investigación y la reducción de personal docente.

El resultado de todo ello, como insistieron Covadonga Linares y María Verdeja, en calidad de profesora asociada de la Universidad de Oviedo y de investigadora, respectivamente, traerá «un cambio en la educación pública, obligatoria y gratuita tal como la conocemos». En los últimos tiempos se han reducido las ayudas al estudio en 50 millones de euros, y las tasas han hecho que las carreras con mayor nivel de experimentalidad se hayan disparado hasta «casi 1.500 euros al año, cuando hace cinco años no llegaban a 500».

La subida «brutal» de las tasas ha hecho que el grado de asistencia a las aulas «siga siendo alto, pero con muy baja matriculación, con muy pocos créditos cada vez, porque los alumnos no se lo pueden permitir», subrayaron los ponentes. A ello hay que sumar que «cada vez hay menos profesores contratados», con lo que «los horarios se superponen, las aulas se masifican, la atención individualizada se complica mucho, no se pueden llevar a cabo las prácticas y el plan Bolonia no se puede cumplir».

La Formación Profesional no se libra de las dificultades con medidas de recortes «pensadas con los pies», denunció Luis Fernández, quien realizó un repaso por las vicisitudes de esta enseñanza, «la gran olvidada». Y los consejos escolares también se quedan vacíos de competencia con una «reducción de derechos» que preocupa mucho a la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Públicos de Gijón.

Con esta perspectiva, la única nota que queda para la esperanza en la actualidad es «la movilización estudiantil, que está funcionando muy bien». Un espíritu de lucha que «no decae».