M. CASTRO

Lonja Gijón-Musel, S. A., empresa que viene explotando desde 1997 la rula y los muelles de Rendiello, es la única que ha presentado oferta en el concurso que la Autoridad Portuaria de Gijón abrió para la concesión de esta actividad por otros diez años, con una posible prórroga de cinco más. La Autoridad Portuaria dispone hasta finales de año para realizar la nueva adjudicación.

En su oferta, Lonja Gijón asume el mínimo de tasas que ha establecido la Autoridad Portuaria, pero advierte en una nota de que si las mismas no se reducen, la actividad de la lonja gijonesa acabará siendo inviable. La elevación de las tasas y cánones del puerto a la actividad pesquera está relacionada con el incremento general de tasas en el puerto gijonés decididas por Puertos del Estado, que tiene intervenido económicamente El Musel.

Lonja Gijón está participada al 46,27% por la propia Autoridad Portuaria. Los demás socios son la Asociación de Mayoristas de Pescado, la Cámara de Comercio, la Sociedad Regional de Promoción, la Asociación de Minoristas y Conservas Agromar. Algunos de estos accionistas consideran que la subida de tasas supone «asfixiar» la lonja y esperan que tras la adjudicación se pueda abrir un proceso de negociación para acomodar las tasas a la realidad económica de la empresa, que cerró el año pasado con unos beneficios muy ajustados.

El incremento en las tasas y cánones por la explotación de la lonja rondará el 40% respecto a las que tenía anteriormente. Por los 1.260 m2 de terreno, los 735 m2 de la fábrica de hielo y los 672 m2 del tendejón, la empresa tendrá que pagar anualmente 45.170,22 euros. La actividad quedará gravada con 3,5 euros por tonelada para las 3.000 primeras y con 0,01 para las sucesivas. Por cada tonelada de hielo se pagarán 0,075 euros, para las 30.000 primeras y nada por las restantes.

Además de expresar su contrariedad por la subida de las tasas, Lonja Gijón informó en su oferta de varios proyectos de inversión, entre los que destaca uno para acelerar la descarga de los barcos y la carga en los camiones de la mercancía con carretillas adecuadas para realizarlo en una sola fase. Se trata de un proyecto que supondrá una inversión superior a los 150.000 euros.