Gijón se integrará en la misma área sanitaria que Arriondas. El Hospital de Jove «se mantendrá como hospital de distrito». Y Cruz Roja, por su parte, «seguirá con su vocación de atención a la cronicidad y al enfermo geriátrico, así como con su actividad complementaria quirúrgica de agudos». A grandes rasgos, ésa es la situación de la ciudad en el nuevo mapa sanitario que prepara la Consejería de Faustino Blanco, que espera estar en condiciones de presentar «un proyecto ya maduro» a finales de año.

Este mapa, que reduce a la mitad las ocho áreas existentes -«parece lógico que con cabeceras administrativas en las zonas más grandes, con más carga de servicios», precisó el Consejero-, se enmarca dentro de una nueva ley de Salud y Ordenación de los Recursos Sanitarios. Los principales objetivos: la eficiencia y la sostenibilidad económica del sistema. Con su reestructuración de la sanidad asturiana, Blanco espera conseguir un ahorro de 1,5 millones de euros, sobre los 1,2 previstos inicialmente.

La ley, si se cumple el horizonte de trabajo del consejero de Sanidad, podría estar en debate en la Junta General del Principado «en el primer período de sesiones de 2014». De la actual fase de «reflexión interna» se pasaría entonces a «abrir un espacio de participación», en el que Faustino Blanco se compromete a dar cabida a las administraciones locales y al asociacionismo, que «siempre tendrán algo que decir» al respecto.

Ayer, Blanco ofrecía en la Casa del Pueblo una conferencia sobre política de salud y ordenación sanitaria en Asturias que ya dibujaba las líneas maestras de un proyecto que defiende como «muy razonable». En esa defensa descartó que hospitales como el de Cabueñes, ya de por sí saturados, vayan a sufrir una sobrecarga de trabajo tras la fusión de áreas sanitarias: Gijón con Arriondas, Oviedo con Cangas del Narcea, Avilés con Jarrio y Langreo con Mieres. «Puede que algunos hospitales atiendan más pacientes, pero serán más resolutivos», aseguró.

Para mayor agilidad «se trabajará en red y se adelgazará la estructura de gestión», explicó el máximo responsable de la sanidad asturiana, que se plantea como reto «dar una buena prestación a un coste razonable». La flexibilidad será otro de los pilares de la futura ley de Salud. Lo que se traducirá, por ejemplo, en que la cartera de servicios que prestan los hospitales de Jove y Cruz Roja como apoyo al sistema sanitario público «dependerá del momento». Blanco insiste: «La organización debe ser dinámica».

El sistema que ahora está en proceso de revisión se diseñó en 1984. A la hora de actualizar la gestión sanitaria la idea es «pensar en los próximos 15 o 20 años», proceso en el que el Consejero pretende poner también el acento sobre la atención primaria.