Un Juzgado de instrucción de la ciudad acaba de decretar el ingreso en prisión de Susana G. L., la joven de 20 años vecina de La Calzada que saltó a la actualidad en 2007. La madre de la ahora detenida pidió entonces al Principado que se hiciera cargo de la niña, de 13 años, asegurando que no podía controlarla ni hacer carrera de ella. Desde entonces la acusada ha sido identificada en varias ocasiones robando bolsos y teléfonos móviles en bares de copas de Gijón. La Policía Nacional arrestó a Susana G. L. hasta en una decena de ocasiones desde que la joven cumplió la mayoría de edad.

La propia Susana G. L. llegó a presumir de sus hurtos y robos en varios programas de televisión desde que su caso saltara a los medios tras la denuncia de su propia madre. «Me gusta robar y no pienso trabajar nunca porque si no me quitan la paga que tengo. No voy a entrar en la cárcel hasta que no mate a alguien», aseguraba la joven hace apenas unos meses en un programa de televisión mostrando de nuevo la actitud «altiva, agresiva y violenta», que ya le habían achacado sus profesores durante sus años de instituto. Susana acumulaba en el IES Mata Jove denuncias por amenazas y robos. Varios padres de alumnos de este centro educativo llegaron incluso, por aquel entonces, a llamar a la dirección del instituto de La Calzada para quejarse por la actitud de la menor, que tenía atemorizados a sus hijos. El fiscal de Menores criticó, por su parte, en su día, la llamada de socorro de la madre de la joven, a la que acusó de «airear» los problemas que tenía una niña de 13 años y que el propio representante del ministerio público calificó de «graves y de difícil solución».

La joven Susana siguió robando al abandonar sus estudios en el instituto, actuando sobre todo los fines de semana en bares de copas en los que aprovechaba las grandes aglomeraciones de público. Los robos de la gijonesa no se detuvieron hasta que hace apenas unos días la acumulación de condenas y la reiteración delictiva hicieron que un juzgado de instrucción de Gijón le parase los pies, al menos momentáneamente.

«Tengo una menor que trabaja para mí a cambio de casa y comida», reconocía la propia detenida en una entrevista en televisión. Ése era, precisamente, uno de los trucos que utilizaba la gijonesa, consciente de que quienes no han cumplido 18 años no pueden ingresar en prisión. A pesar de sus artimañas, la Policía Nacional consiguió detener a Susana G. L. hasta en diez ocasiones en los últimos dos años imputándole numerosos hurtos en locales comerciales y de ocio.

Los investigadores aseguran que la joven -que reconoció haber robado 4.000 euros en una ocasión a la salida de un cajero-, llegaba incluso a utilizar la violencia en alguna de sus actuaciones, aunque «lo más común que hacía era robos al descuido». «Yo no tengo la culpa de robar. Las chavalas dejan los bolsos ahí, sin ningún cuidado», reconocía en su día la propia Susana G. L. en televisión.

En los últimos meses los juzgados de instrucción ya habían impuesto medidas cautelares contra la joven, a la que obligaban a personarse los días 1 y 15 de cada mes en la sede judicial de la avenida Juan Carlos I para evitar que se fugara.