Consiguió 50 euros de botín gracias a un "hurto mágico". La Policía Nacional ha identificado a una mujer integrante de un clan familiar especializado en pequeñas estafas y hurtos acusada en esta ocasión de robar en una oficina de correos de la ciudad. La denunciada, una mujer que acumula más de 160 detenciones en su historial, es, además, una experta en cambio de identidad que ya ha utilizando hasta 41 nombres diferentes.

La acusada accedió al establecimiento en el que tuvieron lugar los hechos con la inocente intención de comprar una caja de cartón para realizar un envío. Al llegar el momento de abonar su compra la acusada le dio a la dependienta un billete de 100 euros. Después de recibir el cambio -un total de 97,56 euros-, la ahora identificada puso los primeros reparos. La Policía asegura que la presunta delincuente "dijo que se arrepentía por lo que inmediatamente quiso devolver la caja asegurando que tenía dudas sobre si era de las dimensiones adecuadas para lo que necesitaba". La empleada aún no sospechaba que iba a ser víctima de un delito por lo que exigió a la clienta que le entregara el cambio que le había dado y que entonces le devolvería los 100 euros para finalizar la devolución. Cuando la trabajadora recogió el dinero que le dio la mujer se dio cuenta de que faltaban 50 euros y se lo dijo.

"Es entonces cuando la señora manifiesta vehementemente que le ha dado todo lo que ha recibido, que no se ha quedado con nada y que se marcha de la oficina", relataba ayer una portavoz de la Comisaría. De nada sirvieron entonces los esfuerzos de la denunciante, que intentó retener a la delincuente. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Coto. Los funcionarios que se hicieron cargo de la investigación identificaron a la responsable del hurto poco después de que tuviera lugar la estafa.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía advierten que este tipo de "hurtos mágicos" se realizan siempre siguiendo el mismo "modus operandi". "El autor de este tipo de estafas realiza una compra en un establecimiento de un producto de bajo coste, como mucho dos o tres euros, y entrega para el pago un billete de 100, así cuando el vendedor le da el cambio el delincuente lo guarda procurando esconder parte del dinero", explican los expertos en investigar este tipo de casos. Poco después de finalizar la compra el delincuente dice que se ha arrepentido y que quiere devolver el producto por lo que solicita el billete entregado en un primer momento. "Entonces empiezan los problemas y el delincuente trata de ocultar parte del dinero, solicitando de nuevo el cambio en billetes más pequeños y generando gran desconcierto y dudas", mantienen los agentes.

Esta última acusada es, según la Policía, toda una experta en timos y estafas. No en vano a sus 60 años de edad la mujer -vecina de Ciudad Real-, cuenta en su historial con un importante número arrestos por falsificación de moneda, hurtos y estafas que tuvieron lugar en ciudades como Alicante, Sevilla, Las Palmas, Teruel, Ceuta o Torremolinos. En Valencia, por ejemplo, esta mujer fue denunciada hasta en cuatro ocasiones por hechos similares a los que acaban de tener lugar en Gij-ón. La Policía asegura que esta delincuente sabe que si roba menos de 400 euros no se puede practicar un arresto y sólo tiene que hacer frente a una denuncia.