"Asturias es una de las regiones punteras en cuanto a restauración ferroviaria". Son palabras del director del Museo del Ferrocarril, Javier Fernández López, que ayer impartió en el museo gijonés la tercera y última de las conferencias previstas del tercer ciclo anual. El título del mismo, "Teoría y práctica de la rehabilitación del material ferroviario", refleja el tema tratado.

La conferencia se desarrolló desde dos ángulos: una base teórica y los ejemplos prácticos de restauración de piezas, con "aciertos y errores, porque de los errores también se aprende". Unas 80 máquinas se exponen al público y más de 5.000 piezas de diversos tamaños.

El director del museo gijonés planteó dos cuestiones: por qué se realizan estas labores de restauración y las especificidades en el ámbito ferroviario, como el gigantismo, ya que "hay un gran cambio entre rehabilitar un cuadro o una máquina de, como mínimo, tres toneladas".

Remarca también la utilidad de la restauración, porque, como indica, "es un proceso informativo. Los objetos históricos son los testimonios de lo que ocurrió". Existe un proceso de selección, ya que "ni todo ni nada" merece ser restaurando. "También hay que tener en cuenta los recursos y el valor en la exposición", matiza.

La situación de la restauración ferroviaria en España ha progresado en gran medida en las últimas tres décadas, de "nada" a "un papel digno" en la actualidad. El gijonés es "uno de los cuatro grandes museos ferroviarios de España", y también colabora con otros a restaurar, prestando asesoramiento. Según palabras del director, gran parte del mérito es de los voluntarios, que "además de entusiastas, son conocedores de técnicas que se han perdido".