Cuando la niña María Luisa Fernández hizo su primera comunión en el año 1923, poco podría imaginar que el recuerdo de aquel evento iba a ser ahora objeto de exposición. Lo cierto es que la estampita ilustrada que su familia repartió entre los amigos con motivo de la celebración ha sobrevivido a los años, y estos días puede verse en el hall del Antiguo Instituto como parte de la XXII Jornadas Filatélicas y de Coleccionismos organizada por el Grupo Filatélico y Numismático de Gijón.

Y así el recuerdo de que "Jesús Sacramentado se dignó unirse a su alma por primera vez en el Sacramento del Amor en la Iglesia Catedral de Oviedo" ha pasado a formar parte de una colección "enorme, no sé ni cuántos recuerdos de comunión tengo coleccionados", señala Andrés Gómez, miembro del colectivo gijonés que colecciona "de todo, hasta aperos de labranza", y que atesora entre sus estampas de comunión la suya propia. Son este tipo de recuerdos una de las novedades de este año en la exposición, que también se ha abierto a otro tipo de objetos de coleccionismo más allá de cartas y sellos, como señala el presidente de la entidad, José Antonio Pérez Lastra.

Con un centenar de socios la entidad, fundada en 1961, ha reunido para la ocasión miles de piezas, con cien paneles y cuatro expositores complementarios en los que se puede encontrar casi de todo, con auténticas rarezas. Desde extensas colecciones de sellos organizadas por países, épocas o motivos (entre los que se cuentan cientos de sellos con flores de orquídea como protagonistas, recopilados en países tan dispares como las Islas Caymán, Brasil, Australia o Ecuador) hasta numerosas cartas prefilatélicas, las que se enviaban cuando aún no había sellos y debían ser abonadas por el destinatario. A todo ello se suman un buen número de billetes de lotería, con un billete de 1834 cuyo precio "vale por 10 reales de vellón". Se trata de uno de los primeros billetes de la lotería española que se conservan, como explica Daniel Jiménez, quien señala cómo muchas de las piezas "ahora pueden conseguirse a través de Internet, cuando antes tenías que rebuscar en subastas o en ferias especializadas en el mundo del coleccionismo".

También se exponen varios trabajos del grabador Antonino Sánchez, quien trabajó para la Casa de la Moneda y que es el autor de las imágenes que adornaban los últimos billetes en pesetas. Como curiosidad, se muestra un "especimen para la realización de estudios antifraude proyecto de la Interpol", una plantilla para detectar billetes falsos, creada por el grabador en un fino trabajo a buril. Chapas de cava, una colección de monedas y otra de los reyes asturianos completan la exposición, que permanecerá abierta hasta el 14 de septiembre, y que ayer presentó un sello y matasellos conmemorativo del evento, dedicado al Faro de la Campa Torres, nunca antes protagonista filatélico.

El próximo martes se presentará otro nuevo sello, dedicado en esta ocasión a la Federación de Coros de Asturias (Fecora), que el miércoles que viene dará un concierto en el Antiguo Instituto para amenizar la exposición. El colofón lo pondrá la presentación de la publicación anual del colectivo numismático y filatélico gijónes, llamada "El Norte" y en la que se da buena cuenta de las actividades de los socios. Para no perderse ni un detalle, como hacen los coleccionistas.