Los gijoneses ya pueden contemplar el principio del definitivo fin de más de siglo y medio de historia del ferrocarril en el centro de la ciudad. Operarios y máquinas comenzaron ayer los trabajos de demolición de la estación de El Humedal. Un equipamiento ferroviario puesto en servicio en 1990 -junto a la estación Jovellanos de largo recorrido- como heredero de las viejas instalaciones del Ferrocarril de Langreo, que fue inaugurado el 25 de agosto de 1852 como nexo de unión entre la cuenca minera del Nalón y el puerto viejo gijonés. Son 162 años de historia de Gijón que se convertirán en escombros en pocos días.

El trabajo que ahora empieza se incluye dentro de las actuaciones de eliminación de la barrera ferroviaria que se impulsan desde la sociedad Gijón al Norte, donde convergen los intereses del Ayuntamiento de Gijón, el Principado de Asturias y el Grupo Fomento (ministerio y empresas ferroviarias). El Humedal dejó de tener servicio en enero de 2011 al entrar en funcionamiento la denominada estación provisional de Sanz Crespo. El proyecto sobre la mesa dibuja una nueva estación intermodal a la altura de Moreda. El Humedal del futuro queda reservado para viviendas, comercios y espacios públicos.

Las labores de demolición en las edificaciones ferroviarias del entorno de la calle Pedro Duro deberían haber comenzado a principios del año 2012. Así se fijó al adjudicar a la unión temporal de empresas formada por Intervías del Levante y Construcciones y Excavaciones Erri-Berri la obra de supresión de la barrera ferroviaria y las demoliciones y levantes de las estaciones de Jovellanos y El Humedal. La adjudicación tuvo lugar en abril de 2011 por un importe de 5.941.253,49 euros. El trabajo se organizó en dos fases. La primera, en el año 2011, eliminaba tonos los andenes, muelles, marquesinas y pasarelas excepto la estación de El Humedal. Un trabajo que quedaba para el siguiente año con el fin de facilitar el traslado del personal ferroviario a unas oficinas en el Palacio de Justicia de Poniente. La demolición comienza con casi tres años de retraso, los ferroviarios están en la Casa del Mar y de la reutilización del equipamiento judicial de Poniente nada se sabe.

El volumen de instalaciones a demoler en El Humedal es de 8.000 metros cúbicos y los trabajos más directos, según informó ayer el portavoz municipal Rafael Felgueroso, tras recibir una notificación de Gijón al Norte por correo electrónico, se prolongarán entre siete y ocho días. La demolición comenzaba ayer por la tarde para eliminar la marquesina de cabecera de los andenes; luego le tocará el turno al edificio central.

Pendientes del Principado

El traslado de los ferroviarios a sus nuevas sedes y el derribo de la estación eran los primeros puntos del calendario de actuaciones fijado por el consejo de administración de Gijón al Norte en su reunión del pasado 17 de junio. Ahora toca hacer frente al proyecto de adecuación provisional del terreno libre de vías con un coste económico que ronda los 710.000 euros. El portavoz forista del Ayuntamiento, Rafael Felgueroso, denunció ayer que la financiación del proyecto está pendiente de que el gobierno del Principado asuma su parte de un nuevo préstamo en favor de Gijón al Norte. El préstamo total es de tres millones de euros, que deben ser asumidos por los socios en función de su porcentaje en el capital social. Ayuntamiento y Principado, al tener un 25% cada uno, deben aportar 750.000 euros. El Grupo Fomento se hace cargo del millón y medio restante.

El Ayuntamiento de Gijón aprobó en el Pleno una reciente modificación presupuestaria que incluía esa aportación a Gijón al Norte. Según los datos de Felgueroso, también han oficializado su compromiso los socios ferroviarios. "Sólo queda la comunicación del Principado, que debe cumplir con su obligación. Que se ponga las pilas y pague porque no nos podemos permitir bajo ningún concepto retrasar las obras", sentenció el edil.

La intención del Ayuntamiento de Gijón es convocar a la comisión técnica, y no al consejo de administración, de Gijón al Norte para tener información fiable sobre la situación de las obras. La adecuación del solar supone demoler los muros de las calles Pintor Mariano Moré y Sanz Crespo, hacer las operaciones de movimientos de tierras en la zona, generar cinco pasos de comunicación y dar al ámbito un tratamiento de zona verde. Paralelamente, los técnicos trabajan en el proyecto de la futura urbanización de los primeros solares del plan de vías.