"Buscamos centros de referencia como la Politécnica de Gijón para captar el mejor talento". Las palabras del responsable de Recursos Humanos de Otis, Daniel Orta, volvieron ayer a poner sobre la mesa el prestigio de l os ingenieros del campus de Gijón que representan en este momento uno de los perfiles más demandados por la multinacional del sector de los elevadores. De hecho, un 85% de los contratados el año pasado eran profesionales de la rama industrial de la ingeniería. Y ello pese a que los ascensores "cada vez llevan más telecomunicación y menos mecánica". Fruto de estos avances, Orta avanzó que hoy es posible rescatar en remoto a una persona que se encuentre atrapada dentro de un elevador. En su afán por mantener siempre activo su espíritu por innovar la empresa presentaba hace unos meses su último modelo de ascensor solar que genera energía a partir de su propio movimiento, de manera que aun cuando no existe corriente eléctrica la máquina funciona gracias a la energía almacenada en acumuladores permitiendo así dar más de cien viajes. Además, la máquina podría enchufarse a una corriente monofásica normal de 220 voltios, por lo que no requeriría una instalación eléctrica específica. Insignificante resulta también su consumo de 500 watios, menos que un microondas y cinco veces más que una bombilla de incandescencia. Pero para avanzar por ese camino de nuevos desarrollos la empresa busca nuevos talentos en el caladero de universidades como la Politécnica de Gijón.

Las becas y las relaciones con centros de prestigio son la principal fuente de la empresa para acercarse a sus futuros empleados, a quienes ofrecen una formación permanente a lo largo de su carrera profesional. El requisito en todos los casos es, además de disponer de una titulación universitaria, preferentemente de la rama de ingeniería, una manejo fluido de inglés y un segundo idioma, a ser posible. "Intentamos que la movilidad sea muy elevada", subraya el directivo, quien ejemplificó el buen ambiente de trabajo en la compañía en que la media de antigüedad es de 19 años, con una parte importante de la plantilla "que se jubila en Otis", continuó Orta. A las actividades de formación, online y presencial, de idiomas, ética y otros disciplinas técnicas se suma un programa de excelencia para los técnicos más expertos.