Antonio Ribera Soler es profesor de clarinete y director de la Orquesta Sinfónica en Conservatorio Profesional de Gijón. Anteriormente fue profesor en el Conservatorio Profesional de Zaragoza y en Ontinyent (Valencia). Ahora acaba de ponerse al frente de la Orquesta Sinfónica de Asturias, un nuevo proyecto cultural auspiciado por la asociación Gijón Sinfónica que preside Ángeles Miranda Peláez. Su objetivo es promover la música clásica, ofrecer una salida profesional a los músicos que se forman en la región además de promocionar la música compuesta en Asturias.
-Como reto personal, ¿qué supone ponerse al frente de esta nueva orquesta?
-Es una ilusión, una emoción y una gran responsabilidad. El alumbramiento de esta nueva agrupación musical es un reto muy grande, más en estos días.
-¿Qué aportará al panorama musical asturiano?
-Aquí en Asturias tenemos una gran orquesta que es la OSPA pero tiene la actividad centrada básicamente en Oviedo y las pocas actuaciones que hace en Gijón y Avilés y en verano en los pueblos. Quedaba por completar otro punto de vista y otro repertorio para acercar la música clásica a otro público y que la gente vea que es algo accesible. La música clásica siempre ha estado reducida a una élite muy especial y queremos ampliar ese matiz .
-¿Cuáles son los perfiles de los aspirantes?
-Será una orquesta joven aunque hay unos currículos impresionantes, con gente de toda España y también del extranjero (México, Eslovenia, Estados Unidos, Alemania) además de muchos asturianos que se han tenido que ir porque aquí no tenían posibilidad de trabajar. La media de edad se sitúa entre 18 y 30 años. A la vista de la cantidad de solicitudes recibidas ha sido un éxito, esperábamos alrededor de 150 y esto nos refuerza la idea de que se necesitaba. Gijón es la única ciudad de su tamaño en España que no tiene una agrupación y la gente que está fuera te da las gracias por la iniciativa. Eso emociona.
-Pese a no tener una orquesta, ¿Gijón es una ciudad que valora este tipo de música?
-Yo creo que sí porque hay mucha gente que va Oviedo a los conciertos, les encanta la música clásica y están esperando por algo como nuestro proyecto para tener esa oferta en casa.
-¿Y los jóvenes?
-En el Conservatorio de Gijón desde que nos trasladamos a la Laboral en 2008 se ha experimentado un boom. Estamos prácticamente completos, pasando de 400 alumnos a casi mil. Y la demanda sigue creciendo, con gente fuera. Se ve que hay un interés por la música.
-¿Cómo se compaginarán con la orquesta que ya existe en el Conservatorio de Gijón?
-Son dos orquestas diferentes pero hay un nexo de unión muy claro que es que tenemos establecidas tres categorías de músicos: instrumentistas para titulados superiores, becarios para alumnos del conservatorio superior y colaboradores que son alumnos del Conservatorio de Gijón que ya tocan en la orquesta para ofrecerles la oportunidad de completar su formación con una agrupación profesional. Ahora mismo en Asturias hay dos orquestas estables, la OSPA y Oviedo Firlarmonía y ambas cuentan con plantillas cerradas de funcionarios y contratados, no como la nuestra que tiene la opción de contar con alumnos.
-¿Qué plantean a futuro?
-La idea es que esto se vaya consolidando, tiene que ser una orquesta ya para siempre. Las bolsas se irán renovando cada dos años y se realizarán pruebas periódicamente para que los nuevos titulados se incorporen.
-¿Para cuándo el estreno?
-Las audiciones comienzan el 17 de abril hasta el 5 de mayo y a partir de ahí, a contrarreloj, nos pondremos a gestionar esa plantilla inaugural para el concierto del 21 de junio.
-¿Qué repertorio preparan?
-Ese concierto inaugural será la carta de presentación de la orquesta. La idea es ir de lo universal a lo local, empezando por los grandes genios de la historia de la música, Beethoven, Tchaikovsky, Schubert seguro que van a estar. Luego me gustaría incluir algo de música española y, por supuesto, de la asturiana porque uno de los objetivos de la asociación es difundir la cultura asturiana, recuperar obra de compositores de la región e incentivar la creación de nuevas obras. Queremos encargar alguna pieza nueva para ese día. Además contaremos con cinco o seis coros asturianos. El cierre será algo muy brillante, con mucho gancho.
