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La compra de un barco por España y Francia, entre las opciones de la autopista del mar

Un informe encargado por la Cámara de Comercio de Nantes señala la posibilidad de convertir la línea en servicio público

Jean-Marc Rouen.

Las autoridades de la región francesa del País del Loira, en la que se enclava el puerto de Montoir de Bretagne (Nantes-Saint Nazaire) han planteado la posibilidad de que los estados adquieran un ferry para reflotar y consolidar la autopista del mar entre ese puerto francés y El Musel. Se trata sólo de una de las alternativas que se barajan, a raíz de un informe encargado por la Cámara de Comercio de Nantes a un instituto marítimo galo, vinculado a la Universidad.

El contenido de ese informe se puso sobre la mesa en la reunión celebrada el pasado martes en Nantes entre todas las partes implicadas o interesadas en la reactivación de la conexión marítima suspendida el pasado mes de septiembre, un encuentro en el que participó alrededor de medio centenar de personas, entre representantes de administraciones, diversos operadores, las navieras que actualmente cuentan con la concesión y Brittany Ferries.

El citado informe plantea como alternativas para afianzar la autopista del mar de Gijón, la puesta en marcha del ecobono (subvenciones a los camioneros que embarquen en cualquier línea marítima) o promover la declaración de la autopista del mar gijonesa como servicio público, imitando lo que ya se ha hecho con algunas conexiones por ferry en el mar Báltico. Dentro de esta última alternativa es donde representantes del País del Loira plantearon en la reunión del pasado martes la posibilidad de que el barco que cubra la línea fuera público. El precio de mercado de un ferry similar a los que operaron en Gijón ronda los 120 millones de euros recién salido del astillero, si bien ese coste varía si se adquiere de segunda mano.

Sea con un barco público o con uno perteneciente a una naviera, la consideración como servicio público de la autopista del mar permitiría sortear gran parte de las trabas y limitaciones que pone a Comisión Europea a las subvenciones a empresas por servicios que no tienen esa consideración.

La declaración como servicio público podría hacerse con cierta rapidez, estableciendo unas condiciones para su prestación en el concurso para adjudicar la prestación del servicio. Esas condiciones de calidad, además del beneficio social del mismo por la reducción de la contaminación y el ahorro de gastos de conservación de carreteras, podrían justificar la declaración como servicio público. Una declaración que también sería aplicable a otras conexiones marítimas, como ya ocurre en el Báltico, pero no a todas, señalan las fuentes consultadas.

En cambio, el recurso al ecobono puede tardar aún varios años en cuajar, dado que los estudios que impulsan España, Francia, Italia y Portugal dentro del programa Conectar Europa de la UE, no concluirán previsiblemente hasta 2017, con lo que en el mejor de los casos, el ecobono sería operativo en 2018, si la UE lo autoriza.

Tras la reunión del martes pasado, la comisión intergubernamental de España y Francia para las autopistas del mar se reunirá la semana que viene. El objetivo es impulsar, antes del verano, una convocatoria para que se presenten formalmente las navieras interesadas en reactivar la línea entre Gijón y Nantes, lo que requerirá definir previamente las condiciones exigidas para la prestación del servicio y las ayudas con que contará el mismo. La Autoridad Portuaria de Gijón pidió el pasado martes celeridad en esas gestiones, facilitando así la recuperación de tráficos perdidos por El Musel tras la suspensión de la línea.

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