El exgerente de la UTE Dique Torres, Juan Miguel Pérez Rodríguez, negó ayer en su declaración que prestó en el juzgado que la UTE hubiera obtenido la mayor parte de la piedra necesaria para la obra de forma prácticamente gratuita de las canteras de Tudela Veguín, tal como sostiene el informe elaborado por la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude (OLAF). Pérez señaló que aparte de los 7,7 millones de euros que pagó en metálico -por los gastos ocasionados por la explotación de la cantera de Perecil-La Hoya y la explanación del terreno de Peña María colindante con la fábrica de cemento- la UTE también realizó servicios e inversiones para Tudela Veguín que ayer el exgerente de Dique Torres valoró en unos 80 millones de euros.
Entre esos servicios citó los gastos de transporte para trasladar hasta la obra de ampliación los materiales de relleno que había en la cantera de Perecil, dejándola "limpia" a Tudela Veguín; el asfaltado de pistas privadas de la cementera; la construcción de un depósito de agua nuevo y demolición del antiguo por más de 4 millones de euros y nuevos tendidos eléctricos en Peña María.
Sin facturar
Estos 80 millones de euros no fueron facturados a Tudela Veguín, sino que son contraprestaciones de las que se hizo cargo la UTE Dique Torres por la extracción de material de sus canteras.
En el interrogatorio realizado por el magistrado y por las partes personadas en la causa, Juan Miguel Pérez también señaló que Dique Torres también adquirió el cemento para la obra a Tudela Veguín, que le facturó por ese concepto unos 70 millones de euros.
En conjunto, de ser ciertas las cifras facilitadas por el exgerente, el intercambio comercial entre Dique Torres y Tudela Veguín, tanto facturado como en especie, superaría los 157 millones de euros.
