La Fiscalía del Principado de Asturias pide una condena de tres años de cárcel para cada uno de los dos jóvenes que serán juzgados dentro de varias semanas en Gijón como presuntos responsables de un brutal ataque homófobo. El representante del ministerio público solicita que se condene a los procesados por la comisión de un delito de lesiones con el agravante de que los golpes tuvieron lugar "por motivos de discriminación referente a la identidad sexual" de la víctima.

Los hechos que ahora llegan a los tribunales penales tuvieron lugar el 13 de abril de 2014 y por ellos se van a sentar en el banquillo de los acusados dos jóvenes de 19 y 20 años. La agresión se produjo de madrugada a las puertas de un conocido establecimiento de hostelería situado en Fomento.

El abogado de la víctima -que pide la misma condena para los procesados que la Fiscalía-, mantiene que su cliente se encontraba en el momento de los hechos en compañía de un amiga y de los dos procesados, a los que acaba de conocer. "La conversación que mantenían versaba sobre la homosexualidad de la víctima. Uno de los acusados le dijo al chico que dejara de decir que era homosexual", afirma el letrado en el escrito de conclusiones provisionales presentado en el juzgado. Una vez dentro del local los dos jóvenes que serían detenidos días después por la Policía le propinaron varios puñetazos al denunciante.

Como consecuencia de la agresión, el joven sufrió lesiones de las que tardó en curar 106 días, 8 de los cuales tuvo que permanecer hospitalizado. La acusación particular pide, además de las penas de privación de libertad, que se imponga una orden de alejamiento que impida a los arrestados acercarse a su cliente o comunicarse con él por cualquier medio durante los próximos cinco años.

No es la primera vez que estos dos detenidos tienen problemas con la justicia. La Policía Nacional reconoció en el momento de los arrestos que los jóvenes habían agredido a su víctima de manera "súbita e inesperada", propinándole varios golpes en la cara. Desde la Comisaría definieron a los dos detenidos como dos personas "muy violentas" que ya se habían visto implicadas en otras agresiones días antes. Los acusados habían participado en altercados en bares al menos en dos ocasiones. Todas las peleas que estos presuntos delincuentes iniciaban eran "sin discusión anterior o enemistad". Los jóvenes se mostraban "extremadamente violentos" y provocaban lesiones graves a sus víctimas, "que tardaban meses en recuperarse", según la Policía. Uno de los agredidos llegó incluso a entrar en coma.

Tras el suceso organizaciones juveniles como las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Gijón emitieron comunicados en los que llegaron a tachar de "asquerosa" la agresión sufrida por el joven denunciante. El chico denunció días después lo sucedido a través de las redes sociales. El abogado que representa sus intereses ante los tribunales, Luis Manuel Fernández, solicita, además, que se indemnice al herido con 35.283 euros por el tiempo de curación de las lesiones, las secuelas de la agresión y el perjuicio estético provocado por las cicatrices que le quedaron al denunciante como consecuencia de los hechos.