Juaco López Álvarez (Cangas del Narcea, 1960) es el director del Museo del Pueblo de Asturias desde enero de 1992. Estudió Geografía e Historia en la Universidad de Oviedo y la especialidad en Prehistoria y Etnología en la Universidad Complutense de Madrid. Con la próxima puesta en marcha de un nuevo edificio para almacén y oficinas, por el momento se termina, en lo constructivo, el plan museológico redactado en 1998, por un equipo multidisciplinar, para dar un giro completo al Museo del Pueblo de Asturias, que abrió sus puertas en el año 1968. Juaco López fue durante un año, aproximadamente, director general de Patrimonio del Principado de Asturias.
-¿Los objetivos del plan de 1998 están cumplidos?
-El plan se hizo debido a que estamos en un sitio muy complicado y acababa de llegar el pabellón de Asturias de la Expo 92, por una decisión política, que nos trastocó las ideas iniciales, por ese motivo se vio la necesidad imperiosa de hacer un plan museológico y de escuchar, de hablar... Nosotros aquí fuimos siempre de hablar, que es fundamental, que es, aunque sea una perogrullada, lo que distingue a las personas de los animales. Pero por mi experiencia en los últimos veinte años en Asturias veo que hay poca gente que tenga ese principio de hablar, de comunicar sus experiencias.
-¿También en Gijón?
-Soy de Cangas del Narcea y vivo en Oviedo, pero al Ayuntamiento de Gijón se le tendría que poner un monumento por su apoyo a los museos en Asturias, la labor es fantástica, y ya lo dije en público. En este momento, las únicas instituciones que se pueden llamar museos por cumplir todos los objetivos que establecen las instituciones internacionales de difusión, redes sociales, catalogaciones, relaciones con el Ministerio de Cultura, investigación, etcétera, son los museos que dependen del Ayuntamiento de Gijón, y hubo un paso fundamental, que fue la integración en el sistema Domus del Ministerio de Cultura, que permite ordenar las colecciones y va a permitir su difusión a través de internet y de toda la estructura que ofrece el Ministerio de Cultura.
-¿El nuevo edificio para almacén y oficinas era absolutamente necesario?
-Todo responde al plan de 1998: la organización del recinto, las funciones que tiene cada uno de los edificios y este último ya venía en ese plan museológico. El objetivo fundamental del Museo del Pueblo de Asturias es conservar el patrimonio cultural, todo gira sobre este principio, y para ello necesitamos unos edificios para trabajar, para exponer.
-¿Cuál es la filosofía de funcionamiento del Museo del Pueblo de Asturias?
-Los museos, en la sociedad nuestra de Asturias y, en general, lo primero que tienen que lograr es que la gente se identifique con ellos, y es una labor de tiempo, a base de hacer exposiciones, investigaciones... Pero lo que se está escuchando continuamente es identificar a los museos con el turismo. Desde los años ochenta el mayor objetivo de los museos que se abrieron era para atraer turistas, que es una idea general en toda España y en Europa, pero los museos no se hacen para el turista, se hacen como se hacen las escuelas o los hospitales, ¿alguien piensa que se hace un hospital para atraer turistas? y quien diga que hay que hacer un museo para atraer turistas es un loco peligroso. Los museos, los archivos y las bibliotecas tienen como objetivo conservar el patrimonio, la memoria, el objetivo es la comunidad, es la sociedad, es conservar el patrimonio cultural y lo que critico es hacer un museo sólo para atraer turistas.
-¿Y el "efecto Guggenheim" en Bilbao?
-Está estudiado y tuvo sus perversiones, pero la gente se olvida del dinero que se invirtió ahí: 127 millones de euros en construirlo más 32 millones para la colección, y la gente también se olvida que no se autofinancia, no hay museo en el mundo que se autofinancie, es imposible. El objetivo de un museo es la comunidad y conservar un patrimonio cultural, y digo siempre lo mismo, ¿es importante conservar la memoria colectiva?, yo creo que es básico, fundamental. En el Museo del Pueblo de Asturias el modelo que intento aplicar es el que conocí en Estados Unidos, en Inglaterra, en Alemania, en Francia... que es el de las instituciones con continuidad.
-¿En qué sentido?
-En Asturias, los museos son instituciones muy recientes. El Arqueológico abrió en 1952, este del Pueblo de Asturias en 1968, el de Bellas Artes es de hace cuatro días, por eso nuestas colecciones tienen unas carencias terribles. Por eso aquí estamos muy centrados en lo que en otros museos europeos se hizo ya a finales del siglo XIX y principios del XX, que es formar colecciones. Aquí no había ni una fotografía y ahora tenemos más de un millón, pero nos queda mucho. La clave es crear una institución que arrope, que apoye a los investigadores y a la gente interesada, que es mucha, estar abierto a todo el mundo y colaborar con las universidades.
-¿Qué es más importante, la investigación o las visitas?
-Hay que buscar un equilibrio, pero lo que es muy importante en los museos es que son todo de cara al público, pero lo que se ve en el del Pueblo de Asturias es la punta del iceberg. Por contra, hay muchos museos en los que abres las puertas y detrás no hay nada.
-¿Y la parte lúdica del Museo del Pueblo de Asturias?
-Es una cuestión que también tenemos que compaginar y que ofrecer para atraer visitantes. El Museo del Pueblo de Asturias es aún un gran desconocido para muchísimos gijoneses y yo quiero que todos los vecinos de Gijón lo conozcan y disfruten del recinto y de las exposiciones.
-Los domingos se programan visitas guiadas gratuitas, ¿están concurridas?
-Funcionan muy bien. Nosotros hicimos una campaña de atracción de visitantes al comprobar que los domingos venía muchísima gente al Rastro pero al museo entraba poca gente, y la entrada era y es gratuita. Entonces hicimos, hablando entre todos, una experiencia que resultó fantástica: poner un puesto del museo en el Rastro, una idea de Marta García Eguren, con objetos del museo y carteles. Nos dimos cuenta entonces de que mucha gente recelaba del museo, tenía este recinto como algo cerrado, encima la entrada principal es complicada. Pues con esa actividad empezaron a aumentar las visitas y también nos dimos cuenta de que teníamos que poner una pancarta anunciando la entrada gratuita y así lo hacemos desde entonces. Pasamos de unos doscientos visitantes los domingos a quinientos.
-¿Cuando se asfalta e ilumina una caleya se está "matando" una parte del patrimonio asturiano?
-No, una cosa es el turismo masivo, que puede ser peligroso, como ocurre en las cuevas prehistóricas, pero conservar el patrimonio no significa frenar el desarrollo y que la gente viva mejor, hay soluciones todas las que se quiera. Lo que veo en Asturias es la falta de reflexión que hay, pero todo hay que planificarlo.
-¿Aumentaron las donaciones al museo?
-En un museo como el del Pueblo de Asturias no puedes estar esperando a que la gente te traiga patrimonio, en Asturias, como no se enseña en ningún sitio, la gente normal no sabe que, por ejemplo, los carteles son un patrimonio. El patrimonio hay que crearlo explicando a la gente, por eso es tan importante la difusión del conocimiento para la conservación del patrimonio, sobre todo el más efímero, el más cotidiano, el que se llama etnográfico. Y como pasa con los carteles ocurría con las fotos, que se tiraban a la basura. Pero las donaciones aumentaron muchísimo, incluso de archivos completos.
-¿Se perdió mucho patrimonio en Asturias?
-Muchísimo, sobre todo archivos de papel, se tiraron muchos.
