"Comencé a pintar para vivir en un mundo más creativo que en el que trabajo". Este es el motivo por el que el arquitecto Javier Hernández decidió ponerse pinceles a la obra y mostrar lo que ve a su alrededor. "Por mi trabajo siempre he estado relacionado con el mundo del dibujo, pero en el momento en el que se comenzaron a usar los ordenadores dejé de dibujar. Un día me di cuenta de que se me había olvidado, ya no sabía cómo hacerlo. Fue entonces cuando decidí apuntarme a un curso de dibujo y volver a retomar lo que en realidad me gustaba", explica el gijonés que, desde el pasado viernes y hasta el próximo día 11, expondrá algunas obras en la Fundación Alvargonzález.

En la exposición, llamada "Silencios de agua y color", se pueden ver unas 40 obras entre retratos, bodegones y paisajes tanto de estudio como de calle. El autor explica que trabajar en la calle es más complicado pero que es mucho más atractivo. "En el estudio tengo más tiempo y más espacio para pintar con detalle mis cuadros, pero donde más disfruto es en la calle. Fuera es donde se puede ver a la gente, el paisaje, los matices, un rayo de luz que de golpe llega y decides plasmarlo, o una persona al final de la calle que queda bien en el entorno y la dibujas", aclara el acuarelista. A veces esa labor de calle la hace en grupo y "es muy entretenido y más interesante. Observas todos los artilugios que usan los compañeros, ves cómo dibujan lo mismo que tú, pero captado de otra forma, e incluso, nos dibujamos unos a otros".

Javier Hernández volvió a dibujar hace cinco años, primero con grafito y lápices de colores, dos años después empezó a usar la acuarela. "La prefiero antes que el lápiz porque permite volcar más expresividad con el color" señala.

El pintor también hace mención a las redes sociales. Está claro que favorecen a estos artistas incipientes a la hora de darse a conocer. "Yo mismo me animo a seguir pintando porque me lo paso bien, pero además, en las redes sociales, mi entorno inmediato me comenta y me dice si le gusta o no mis obras, lo que es bastante gratificante.

Y si hay una foto que aúna el clamor popular y su gusto callejero es una que plasma "la celebración del ascenso del Sporting". "La Mareona", que es como ha titulado a la foto, "es la foto que he subido que más 'likes' ha recibido y más veces se ha compartido en las redes. Ese día yo estaba allí, sintiéndolo, la situación me llamó la atención. Hice unas fotos, capté toda esa emoción, que era la misma que yo estaba sintiendo, y me fui a mi casa a dibujarlo".

Así que a él el ascenso del Real Sporting se puede decir que le prestó el doble.