La multinacional de origen danés A.P. Møller-Maersk Group -un conglomerado de 16 empresas entre las que se incluye Maersk Line, el principal operador logístico de contenedores del mundo- ha llegado a un acuerdo para adquirir la Terminal de Contenedores de Barcelona (TCB), principal compañía española de explotación de terminales portuarias y accionista principal de la Terminal de Contenedores de Gijón (TCG).

El acuerdo aún no es oficial, aunque según las fuentes consultadas se da por hecho y se habría cerrado la semana pasada, que supondría al parecer que Møller Maersk Group efectuará la compra a través de su empresa APM Terminals, tras haber alcanzado un acuerdo con el accionista mayoritario de TCB, la familia Pérez (propietaria de Pérez y Cía) que llevaba tiempo negociando la venta de la sociedad.

TCB es el mayor accionista de la Terminal de Contenedores de Gijón, de la que posee el 50% de las acciones, además de encargarse de la gestión de la misma. La terminal gijonesa cuenta además con dos socios locales, el grupo logístico Alvargonzález S.A., con un 45% de las acciones y Herederos de Luis Paquet con el 5% restante.

La entrada de Møller-Maersk en la Terminal de Contenedores de Gijón supondrá el regreso a El Musel del grupo danés, que abandonó el puerto gijonés en mayo de 2005, tras suspender las escalas de sendas lineas de contenedores con Rotterdam y con Algeciras y Canarias. En 2003, Maersk canceló la conexión de El Musel con Rotterdam y dos años después optó por trasladar a Bilbao los tráficos que antes recogía y desembarcaba en El Musel en su línea hacia Algeciras y Canarias.

Desde entonces, la terminal gijonesa se recuperó captando lineas de otras compañías del sector, entre las que destacan la italo-suiza Mediterranean Shipping Company (MSC), la francesa CMA-CGM y la japonesa K-Line, además de las navieras Wec Lines y X Press Container Lines. La terminal gijonesa cerrará previsiblemente 2015 habiendo movido mas de 60.000 TEU (un TEU es un contenedor de 20 pies o su equivalente), lo que supondrá la mayor cifra de su historia.

Esos 60.000 TEU son sólo una pequeña parte de los alrededor de cuatro millones que TCB mueve al año en sus 13 terminales de España, Colombia, México, Brasil, Guatemala y Turquía. El accionista de referencia de TCB, hasta la venta, era Pérez y Cía, y el accionariado también cuenta con varios fondos de inversión como socios minoritarios.

Además de las 13 terminales marítimas, TCB cuenta con cuatro terminales ferroviarias, en El Musel, los puertos de Barcelona y Valencia y en Zaragoza.

Por su parte, el grupo Møller-Maersk, un gigante con base en Copenhague cuya facturación anual representa cerca del 5% del PIB de Dinamarca y con cerca de 90.000 empleados, cuenta con empresas especializadas en diversas facetas de la logística como navieras, servicios marítimos y operadores de terminales, junto a otras vinculadas a los sectores energéticos del gas y del petróleo, incluyendo la prospección, perforación y transporte de ambas materias primas.

Las 13 terminales de TCB se sumarán a las 65 que tiene APM Terminals repartidas por los cinco continentes y por las que el año pasado pasaron cerca de 40 millones de contenedores (de 20 pies o su equivalente).

Una de las paradojas que pueden darse con este cambio en el accionariado de TCB es que la terminal gijonesa estará controlada por una sociedad vinculada a la única de las grandes navieras de contenedores que no cuentan con líneas que hacen escala en el puerto gijonés, al menos de momento.

Originariamente la explotación de las terminales de contenedores del grupo Møller era una división de Maersk Line, pero la multinacional decidió segregarla en 2001, separando la gestión de ambos negocios, para evitar las suspicacias de compañías logísticas competidoras, dado que la información de que dispone una terminal, sobre el origen y destino de los contenedores que pasan por la misma, es de carácter muy sensible para las navieras.