El traslado del Archivo Histórico de Asturias a la antigua cárcel provincial de Oviedo, lo que ha permitido multipliar los espacios disponibles, ha facilitado la concentración de algunos fondos documentales empresariales muy importantes. Sólo el de la desaparecida siderúrgica estatal Ensidesa ocupa 1.646 cajas y 2.500 metros lineales, con 25.000 fotografías digitalizadas y otras 50.000 pendientes de ese tratamiento. Son datos que dio ayer la directora del citado organismo dependiente de la Consejería de Cultura del Principado, María Concepción Paredes Naves.

Hay más archivos empresariales de motable valor en ese depósito. El de Uninsa, por ejemplo, ocupa 907 cajas. Están conservados, asimismo, los de Hullasa, Juliana Constructora, Fábrica de Loza de San Claudio o el de la empresa de transportes Maurines y Compañía. Otros archivos no han tenido la misma suerte. El de Fábrica de Mieres, por ejemplo, permanece repartido por varios lugares, muy fragmentado.

Eduardo Núñez, jefe del Archivo de Gijón, explicó ayer, en las jornadas de Incuna, que algunos archivos se han conservado por el interés de los trabajadores de esas mismas empresas, como los de Cantábrico y Riera, o por la intervención de algún investigador, como los de Asturiana de Zinc.