Asunción Domínguez, juez titular del juzgado de lo penal número 3 de Gijón, ha absuelto al matrimonio de El Llano acusado de malos tratos por agredir a la hija de él. A la magistrada le surgen "dudas" sobre la versión aportada por la denunciante, la propia joven de 18 años, que ahora vive con su abuela en Alicante y es mormona. En su sentencia, recalca que sus declaraciones sobre los hechos "no fueron persistentes a lo largo del procedimiento", y que "pese a que los hechos ocurrieron el día 11 de junio de 2014, la denunciante no acudió al médico hasta las 20.00 horas del día 12 y a formular la denuncia sobre las 0.13 horas del 13 de junio".

Asimismo, hace mención al informe del médico forense, que concluye que las contusiones presentadas por la denunciante "no tienen una etiología inequívoca" y "podrían responder a otros mecanismos de causación". Por ello, a la juez le "surgen dudas acerca de la forma en que acontecieron los hechos". Dudas que "imponen la absolución" del matrimonio, que siempre negó las agresiones y mantuvo que el día de los hechos se limitaron a "recriminarle verbalmente su conducta", dado que la joven "era difícil de reconducir, andaba con malas compañías, salía mucho de noche, pedía dinero y bebía". La reprimenda del día de autos se debió concretamente a una llamada de la academia donde estudiaba la hija informando de su bajo rendimiento y de que a veces acudía "con síntomas de resaca".

El matrimonio absuelto por la juez, defendido por el abogado José Manuel Fernández González, se manifiesta "muy contento" con la resolución judicial. "Estamos muy contentos con la sentencia absolutoria, porque además es una oportunidad de restablecer la relación con nuestra hija, puesto que pesaba sobre nosotros una orden de alejamiento. Ha sido muy doloroso estar alejados de ella porque no la agredimos. El incidente se debió a una cuestión de orden y disciplina en la familia", valoran.

La fiscalía pedía para la pareja ocho mese de prisión y una orden de alejamiento de la joven. El relato de la supuesta agresión contado por la denunciante incluía una bofetada, empujones, tirones de pelo y golpes con un cinturón y un zapato. Asimismo, aseguró que le rociaron con ron mientras que le decían que "si le gustaba el alcohol, que bebiera". Un relato que ha dejado numerosas dudas y no ha convencido a la juez, produciéndose la absolución.