Aún faltan unos días para ver publicado en el Boletín Oficial del Estado el decreto de disolución de las Cortes pero ya es tiempo de despedidas. Una lleva la firma de Laura Sampedro Redondo que le puso fecha de caducidad hace cuatro años a su regreso a la primera línea de la política activa. Quien fuera entre 1999 y 2000 concejala del Partido Popular en su Gijón natal y desde el 20 de octubre de 2011, y hasta ahora, senadora de España por Asturias en representación del mismo partido político cierra ciclo. Así lo tenía pensado y así lo cumple. Sampedro dice adiós a la entrada por la puerta de La Marina entre saludos del personal de la cámara alta y a los tres tonos de llamada a Pleno. Una despedida llena de agradecimientos a sus compañeros y colaboradores que quiso hacer públicos a través de las redes sociales.

Pero esta gijonesa nacida el 10 de julio de 1965 y con una intensa vida llena de actividades e iniciativas bien distintas a la política no tiene previsto quedarse en casa de brazos cruzados. No es su estilo. En pocos meses verá la luz el proyecto que dejó a medias para irse al Senado: una tienda donde exponer y comercializar las creaciones con metales y piedras semipreciosas que nacen de sus manos y su capacidad creadora desde hace tiempo y que sólo tenían salida en su círculo más cercano. Es un proyecto de presente y futuro pero que, al tiempo, supone la vuelta al pasado. A los orígenes de la popular joyería Resam, negocio familiar al que Laura Sampedro estuvo vinculada quince años. En una primera etapa entre los años ochenta y noventa del siglo pasado y en una segunda entre los años 2000 y 2004 tras su paso por el Ayuntamiento de Gijón. Sampedro se incorporó como número tres de la lista municipal del PP encabezada en 1999 por Mercedes Fernández. Su toma de posesión tuvo lugar el 3 de julio de 1999. Su renuncia se hico efectiva en el Pleno de agosto del año siguiente.

Sampedro compaginará su nueva faceta de creadora, comerciante y emprendedora con su reincorporación a la plantilla de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) donde ha impartido tutorías de Historia Medieval, Historia Moderna, Paleografía, Diplomática, Epigrafía y Numismática. No hay que olvidar que Sampedro es doctora en Historia, con sobresaliente cum laude, por la Universidad de Oviedo.

Historiadora libro a libro

A lo largo de los años ha conseguido mezclar su pasión por la historia con su afición a la escritura dando forma a numerosos libros de carácter especializado. Entre las publicaciones que llevan su firma están: "Sobre el Cay libro 2º. Libro de Actas del Ayuntamiento de Gijón 1560 - 1577", "Sobre la autoría del Palacio de los Valdés en Gijón: de Juan de Cerecedo, el viejo, a Juan Bautista Portigiani", " Libro ordinario de Consistorio de Gijón 1576-1580", "Escribanos y Protocolos notariales de Gijón en el siglo XVI", "De los regidores de Gijón, 1560 1580" , "Sor Mauricia del Santísimo Sacramento: original autógrafo biografía de una mujer maltratada en el siglo XVII", "La escritura en protocolo notarial segunda mitad del XVI: Juan de Llanos Cifuentes, escribano público de Gijón" , y "Libro de Condenaciones de Avilés 1546-1582, breve noticia de su existencia" .

Su libro sobre las actas municipales del siglo XVI le hizo ganadora del premio de investigación Padre Patac en 2005. Buena combinación para quien reivindica su condición de gijonesa, fue edil de su Ayuntamiento y estudia los entresijos de la historia de su ciudad. Premiada también, está vez con el Premio de Narrativa Provincia de Guadalajara en su edición de 2009, fue su primera incursión en el mundo de la novela. "El ala rota" fue el título de esa novela publicada por Ediciones Irreverentes y que tiene Gijón como escenario que arropa a sus protagonistas. A Sampedro siempre le ha gustado escribir y comunicarse. Gustos que le han llevado a ser colaboradora de varios medios de comunicación entre ellos LA NUEVA ESPAÑA.

Nunca le han falta a Laura Sampedro inquietudes a las que dedicar su energía, que es mucha. Aunque la política haya podido ser la que le diera mayor relevancia pública no es a la que ha dedicado mayor tiempo. A la hora de echar cuentas, su actividad política más allá de la militancia sólo ha ocupado cinco años de sus cincuenta de vida. Eso sí, un diez por ciento muy intenso. Tan intenso como ella.