Como forma de evitar el depósito de cenizas en lugares "no adecuados" y dar nuevas soluciones a esta tendencia de inhumación, incluída la de no incrementar los gastos de una familia con concesiones o alquileres de espacios mortuorios, en el cementerio de Deva se ofrecen otras alternativas. Así, el Parque de las Cenizas da cuatro posibilidades a las familias que optan por la cremación, algunas gratuitas y otras no. Entre las gratuitas está el hecho de poder arrojar el cofre con las cenizas del ser querido a un pebetero construido en granito y estanco; también se pueden esparcir por La Pradera, un espacio abierto concebido para tal fin. También se ha dispuesto un jardín para enterrar el cofre biodegradable con cenizas y finalmente está el Bosque, una zona donde se planta un árbol en el momento de la inhumación junto al cofre. En estos años, y hasta finales de 2014, habían sido 518 los fallecidos cuyas cenizas tuvieron como destino alguno de los espacios del parque. Lo que más aceptación tiene es esparcir las cenizas por La Pradera, algo que se hizo en 289 ocasiones, seguido del volcado en el pebetero, algo que han hecho 93 familias.
