Dos presuntos traficantes -un vecino de Gijón que ya fue en su día condenado dentro de la "operación Pípol", considerada antesala del 11-M, y un gallego con domicilio en Vilanova de Arousa-, se sentarán la próxima semana en el banquillo de la sección octava de la Audiencia Provincial acusados de liderar uno de los focos de distribución de droga más importantes de la ciudad. En el momento del arresto la Policía se incautó de más de dos kilos de cocaína de gran pureza que los detenidos guardaban bajo un hórreo en una vivienda situada en la parroquia gijonesa de Mareo. Los investigadores aseguran que los arrestados hubieran obtenido un beneficio de más de 280.000 euros con la venta de esta droga.

El fiscal encargado del caso pide una condena de ocho años de cárcel y el pago de una multa de 750.000 euros para cada uno de los procesados. Dentro de esta operación policial los agentes se incautaron además de cannabis, dinero en efectivo, anfetaminas y varios objetos destinados a la distribución de la droga. Ambos procesados cuentan con antecedentes penales por delitos contra la salud pública cometidos en el pasado.