"Laudato si' ", el título de la II Encíclica del Papa Francisco, esta tomado del inicio del "Cántico de las criaturas" de San Francisco de Asís. Significa "alabado seas". Y "Laudato si' " fue el tema desarrollado por Fidel García Martínez, ayer, en el club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. Antes de dar inicio a la conferencia, Luis Miguel Piñera, coordinador del foro cultural del periódico, manifestó que nunca había leído una encíclica y que ésta "me maravilló". Fidel García es catedrático de Lengua y Literatura, doctor en Filología y columnista de este periódico.

Se da la feliz coincidencia que ayer mismo se estaba celebrando en París la cumbre sobre los peligros del cambio climático, un tema que afecta a los países más pobres del planeta por culpa de los más avanzados. La voz del Papa, considerada como una máxima autoridad, en sus discursos pronunciados en la sede de la ONU, en la Casa Blanca, en su visita a Brasil, y en todos aquellos lugares donde se le escucha, denuncia cómo están afectando a "nuestra casa común" los daños ecológicos. Ya en su día, Pablo VI denunció la brutal explotación de la Naturaleza, y Juan Pablo II, vio como de urgente necesidad un cambio ecológico.

Los críticos del documento papal lo acusan de catastrofista, tal como relató el conferenciante de ayer, "pero la realidad es que contiene un canto a la esperanza". "¿Qué mundo queremos dejar a nuestros hijos?", se pregunta Francisco en su encíclica, "que no es doctrinal, sino social", señala Fidel García. En sucesivos capítulos el Papa manifiesta que es preciso ver, juzgar y actuar. Ver lo que ha ocurrido en el Planeta desde la revolución industrial hace dos siglos. Juzgar las causas humanas que han provocado esta crisis ecológica por el afán de acumular bienes económico. Y actuar no sólo en los ámbitos políticos, sino en la escuela, en las familias. "Hace falta un nuevo estilo de vida, defender una ecología integral, una educación en responsabilidad. Esta es la base de la cultura de la vida", explicó el ponente durante su alocución.