Una de las sensaciones poco agradables que se pueden encontrar los amantes de los belenes es descubrir que un año después "una de las figuritas que habíamos empaquetado cuidadosamente del belén están un poco rotas". Así lo quiso recordar Luis Roda, juez decano de Gijón, en la lectura del pregón de la Asociación Belenista de Gijón, que tuvo lugar ayer en la iglesia de San Pedro.

Roda echó la vista atrás y recordó el nacimiento que construía cuando era niño cada Navidad y la experiencia de "encontrarme con un trocito de pata de un camello, la desaparición de un ala de un ángel o el brazo de una lavandera, o que se desprendía la masa de las patas de las ovejas". Pero señaló también que "la satisfacción de ver la figura rota que hemos reparado para que pueda reintegrarse al belén, donde volverá a ocupar su sitio y brillar, no tiene precio".

Uno de los aprendizajes que sacó de esa situación lo obtuvo al darse cuenta que, "al igual que los seres humanos nos tenemos que sobreponernos a las adversidades, daremos un paso aún mayor si somos capaces de percibir a las personas que tenemos cerca y que han sufrido pequeñas o grandes roturas en su cuerpo y alma, y decidimos ayudarlas a reparar sus destrozos".

Las figuritas del nacimiento sirvieron al magistrado para explicar "el maravilloso sentimiento que tiene que ver con la Navidad y que acaba contagiando a cuanto se relaciona con ello". Y añadió en su pregón que, a su juicio, la celebración del nacimiento de Jesús ha servido para "expresar el anhelo de esa chispa divina que habita en todo ser humano de conectar con la divinidad de cuya naturaleza participaba".

Un acto emotivo, para dar la bienvenida a la Navidad, y en el que junto a los recuerdos de los belenes de Roda, animaron el encuentro la Coral "San Pedro" y el Coro de Padres del Colegio de la Inmaculada.