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ARMANDO MENÉNDEZ | Médico, habla hoy de "La mujer en la reconstrucción de Nepal"

"Damos testimonio del trabajo brutal de las mujeres en Nepal tras el terremoto"

"En todos los países hay buena voluntad y se envía dinero, pero la ayuda se difumina en las alturas; a las que no podemos culpar es a las ONG"

Armando Menéndez. MARA VILLAMUZA

El médico gijonés Armando Menéndez (1957) hablará hoy en el Centro Antiguo Instituto (20.00 horas) de "La mujer en la reconstrucción del Nepal", título que se corresponde con el de la contundente exposición fotográfica que acoge la citada instalación municipal desde el pasado día 3. Ambas actividades están organziadas por la Fundación DAF, institución que lleva años dedicándose a labores de ayuda y solidaridad con el Tercer Mundo.

-¿Por qué esta exposición?

-El objetivo es denunciar la situación de la mujer en Nepal, una esclavitud que se manifiesta de muchas maneras: trata de niñas controlada por narcotraficantes, que se dedican a prostituirlas; y otra de carácter legal, entre comillas, que se acepta con normalidad. Lo que hemos hecho es dar testimonio del trabajo brutal que hacen las mujeres después del terremoto que sufrió Nepal. Es una labor de bestias de carga, portando canastos de piedra con pesos de hasta cuarenta kilos que cuelgan de sus frentes.

-Son, pues, las que están reconstruyendo el país...

-Su papel es, sin duda, fundamental. Toda la tarea de desescombro lo están haciendo ellas, sin máquinas. Es un trabajo muy delicado, porque pueden quedar aún restos humanos. En mi estancia allí sólo llegué a ver dos hombres cargando con esos pesos.

-¿Qué papel juega la Fundación DAF, que usted preside, en esa reconstrucción de Nepal?

-Hemos hecho viviendas refugio en el pueblo de Khokana (en el valle de Katmandú). Las familias, de pronto, se vieron en la calle sin nada. Es una manera de sacar a la gente de la intemperie y de protegerla de posibles réplicas del terremoto. Además hemos hecho letrinas, tan necesarias. Y en el Nepal Orthopedic Hospital creamos una unidad del dolor, con pocos medios, pero a partir de nuestra experiencia, que es importante en eso, en trabajar con limitaciones. Lo hicimos en Cuba, en India o en China.

-Hablemos de la fundación DAF, de su origen y financiación.

-Nació como una expansión de la Asociación de Médicos del Tercer Mundo, que creamos aquí en Asturias en 1994. Una entidad que surgió para la formación continuada de médicos y enfermeras de países pobres. En el año 2004 pasamos al plano asistencial en Calcuta, en India, donde hicimos un hospital, además de un colegio en Bombay. Ahí ya como fundación. Por la problemática que tienen las niñas en Nepal y nuestro compromiso con la mujer, pensamos que que era necesario hacer casas de acogida para esas chicas que escapan de las redes del tráfico, unas diez mil al año. Se produjo el terremoto y tuvimos que cambiar de planes, con ayuda directa. Nuestra fundación, que colabora obviamente con otras, se nutre básicamente de donaciones asturianas, muchas de Gijón. Y están los colaboradores, muy importantes, que hemos ido conociendo a lo largo de estos años. Hay grupos de apoyo en Alemania, Italia, Austria, Brasil y Estados Unidos, entre otros países.

-¿Los asturianos son solidarios?

-Son muy solidarios, aunque es una impresión al carecer de datos de otras zonas de España. Con nuestra fundación, desde luego. Lo curioso es que un porcentaje muy alto de quienes colaboran con nosotros, lo hacen también con Cáritas, Albergue Covadonga, Cocina Económica... Es más, invito siempre a quienes nos ayudan a que lo hagan también con quienes pasan aquí necesidades, gente que necesita ayuda.

-Lleva muchos años en labores de ayuda al Tercer Mundo. ¿Esta bien canalizada esa solidaridad?

-En todos los países hay buena voluntad y se envía dinero, pero no sé que pasa. Allí, luego, ese dinero se dispersa, se difumina. Paso en Haití. Se mandó mucho dinero, se implicaron muchas ONG, pero llegó menos de lo que se esperaba. En Nepal está pasando lo mismo. La UE, España, Estados Unidos o China envían ayuda. Y, sin embargo, ves que los pueblos carecen de agua o de luz y tienen sus calles colapsadas por escombros. ¿Dónde quedó esa ayuda? Cuando yo estuve, en el Nepal Orthopedic Hospital había muy pocos medios. ¿Qué pasa con ese dinero? La gente tiene muy buena voluntad, aunque hay que pensar que son países con muchísima corrupción. ¿Dónde se pierde esa ayuda? Pues, en las alturas. A quienes no podemos culpar es a las ONG. La mayoría funciona muy bien.

-¿Qué van a hacer con la exposición "La mujer en la reconstrucción de Nepal?".

-Mañana (por hoy) estará conmingo en el Antiguo Instituto Gimena Llamedo, que es la directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo. Tiene interés en que esta exposición se vea en los distintos concejos asturianos. Estará próximamente en Oviedo y en Avilés, en el Niemeyer. Es una exposición grande y yo estaré encantado de que se pueda ver en aquellas localidades con instalaciones que puedan albergar la muestra.

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