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Novedades en la fiscalidad de los gijoneses

La pedrea del IBI

La bajada de los valores catastrales y del tipo impositivo cristaliza ahora en la primera reducción en el pago del impuesto tras un quinquenio de subidas

Edificios del centro de Gijón reflejados en un charco. ÁNGEL GONZÁLEZ

Tras años de suma más suma los gijoneses se han encontrado, por fin, con una resta en sus recién llegados recibos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Algo es algo, que dice el refranero español. Aunque ese algo no sea tanto como para desbordar de alegría a quienes han tenido que hacer frente durante los años más duros de la crisis económica a la subida de uno de los impuestos municipales directos con más repercusión en el el bolsillo de las familias. Ahora, y en pleno año electoral, a los gijoneses parece haberles tocado la lotería del IBI. Sólo es una pedrea.

Un 8% es la media de bajada en este ejercicio de 2015 de los recibos de la vieja contribución entre los propietarios gijoneses. O ese es, por lo menos, el dato que aportan los responsables municipales. Cada vivienda es un mundo, y cada recibo otro. Así que cada contribuyente debe hacer sus cuentas para ver cuanto "gana" a la hora de la verdad. Alrededor de esa bajada media se ha situado, por ejemplo, la cuantía final a la que han hecho frente los propietarios de un piso de setenta metros cuadrados y trastero en El Natahoyo, que han pasado en el último año de pagar 367 a 341 euros: 25 euros limpios. Una cifra que incluye la bonificación por pago fraccionado.

Poco más de nueve euros es la bajada que, por otra parte, ha constatado en su último recibo el propietario de un apartamento de 45 metros cuadrados en Contrueces. El pago de este año es de 143 euros frente a los 152 del año pasado. Alrededor de un 6% de reducción. Un porcentaje de bajada que se limita al 4,5% para la propietaria de un piso de 122 metros cuadrados en el entorno de la plaza del Instituto (Parchís). El ahorro en euros es de 36 entre los 768 pagados hace unos días y los 804 de noviembre del año pasado. Una rebaja que no compensa, ni de lejos, los 400 euros de subida que han ido acumulando en los últimos años. Ese mismo piso no llegaba a los 400 euros de pago del IBI en el año 2008.

Lo cierto es que, aunque más pequeña que grande, hay una bajada en el IBI. ¿Cómo se ha llegado a ella? Pues es la confluencia de dos decisiones que se tomaron ya el año pasado y que cristalizan ahora en el recibo del año 2015. Por un lado, la reducción de los valores catastrales y, por otra, la rebaja del tipo impositivo.

En el caso de los valores catastrales, el gobierno forista de Carmen Moriyón solicitó a principios de 2014 al Ministerio de Hacienda que actualizase el valor de las propiedades en Gijón. La idea era compensar la "mala suerte" de haber ejecutado la anterior revisión de los valores catastrales en un momento de bonanza que colocaba el precio de las propiedades inmobiliarios en lo más alto. Esa revisión catastral se hizo firme en 2009 con la idea de actualizar una valoración realizada en 1979 y que había quedado desfasada pero se dejó sentir justo cuando la crisis estallaba dejando en agua de borrajas esa nueva valoración al alza de las viviendas gijonesas.

La petición del gobierno de Foro fue aceptada por el Ministerio de Hacienda del PP. No se pudo hacer antes ya que la ley impone que han de pasar un mínimo de cinco años desde la anterior revisión. El cálculo general es que hay una rebaja del 22% en esos valores catastrales. Rebaja que afecta al Impuesto de Bienes Inmuebles pero también al Impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana, la popular plusvalía.

En cuanto a la rebaja del tipo impositivo, esa fue una decisión que se tomó en el Pleno de 2014 donde se aprobaron las ordenanzas fiscales para este año. Entonces Gijón tenía un tipo de gravamen del 0,48%. La propuesta del equipo de gobierno era rebajarla al 0,46% y el PSOE propuso ir hasta el 0,45%. Foro asumió la propuesta del PSOE y los socialistas dieron de paso con su abstención tanto las ordenanzas fiscales como el presupuesto de este año. El 0,45% seguirá el próximo año ya que Foro optó por incluir el IBI en su línea genérica de congelación de impuestos, tasas y precios públicos. Al no plantearse una modificación desde el equipo de gobierno tampoco hay opción a que la oposición ajuste a través de las enmiendas.

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