Julio Trabanco Muñiz, histórico militante del Partido Comunista de España y uno de los fundadores de la Unión de Campesinos de Asturias, sindicato agrario del que llegó a ser en la década de los 70 del pasado siglo uno de sus referentes en Gijón, falleció en la mañana de ayer a los 91 años en la Residencia Mixta de Pumarín.

Nacido en el seno de una familia campesina afincada desde hacía dos siglos en Porceyo, desde muy joven luchó en la defensa de sus ideas comunistas, comenzando su militancia como pionero de las Juventudes Socialistas Unificadas. Emigró a Brasil, Venezuela y Cuba en la década de los 40, se organizó en las células comunistas de emigración y prestó ayuda a la lucha clandestina del PCE.

En 1965 volvió a España estableciéndose en San Martín de Huerces, se casó y tuvo cinco hijos y, más tarde, cuatro nietos. Desde allí continuó, primero en la clandestinidad, más tarde a cara descubierta, su militancia en el PCE organizando el frente campesino y ganadero, actividades políticas que compaginó con sus trabajos como repartidor de prensa y en unos antiguos supermercados de la calle Menéndez Pelayo. En 1977 fue uno de los participantes en la primera Comisión Permanente Regional de la Unión de Campesinos de Asturias y en 1979 formó parte de la candidatura municipal del PCE.

Militante primero de la Agrupación de La Camocha del Partido Comunista, se integró más tarde en Izquierda Unida, donde era un militante entregado hasta casi el final de sus días. Quienes le conocieron y trataron, como la exconcejala Carmen Álvarez, no dudan en afirmar que "tenía una fe inquebrantable en sus ideas comunistas".

El acto civil de despedida tendrá lugar hoy a las siete de la tarde horas en el propio Tanatorio de Cabueñes, donde está instalada la capilla ardiente.