Quisiera con esta carta relatar un estado de cosas que están pasando en los últimos tiempos con nuestra sanidad pública, en nuestro Gijón del alma; y lo hago desde mi propia experiencia personal. Soy una paciente con dos hernias discales y lesión en varias vértebras, pinzamiento etc. Llevo con estas dolencias 22 años, empecé con médicos en Oviedo, cuando aún no existía en Cabueñes la Unidad de Columna.

Muchos lectores sabrán de qué hablo al quizás tener ellos algún pariente o amigo también con problemas de este tipo. Como vecina de El Natahoyo mi doctora de cabecera me remite al hospital de Cabueñes, allí me dicen que tengo que dirigirme al hospital de Jove, por ser el hospital de referencia de los vecinos de la zona Oeste. Hablamos de noviembre del 2014. Les comento que allí no tienen Unidad de Columna, pero ni caso. Tiempo de espera para la cita, 6 meses. Por ello, ante los dolores severos, me surge una depresión muy seria.

Cuando me reciben en Jove me envían al hospital de Cabueñes, a la Unidad de Columna. Llega la cita para octubre del 2015, con casi un año de espera, pero antes de la consulta hay una llamada telefónica para reprogramar y retrasar la cita a noviembre y después al 7 de enero de 2016. Mientras, visitas a Urgencias, donde me recetan medicamentos incompatibles con mi salud. Y, mientras tanto, yo con mis insoportables dolores y malestar general, principalmente durante las noches.

Ya se pueden imaginar el auténtico calvario de este último año, en el que está clarísimo que tienen mucho que ver los problemas por los que pasa la sanidad pública asturiana, y que me ratifican algunos empleados de ella, pues me dicen que para todo Gijón y comarca (300.000 habitantes) solo hay tres médicos para este tipo de dolencias de columna. Clamorosamente insuficiente. Por ello, y aprovechando el nombramiento del nuevo gerente de Cabueñes, sr. Rodríguez, quisiera poner en su conocimiento esta situación a todas luces lamentable, pues ignoro si es conocedor de este estado de las cosas. Yo en su momento lo puse en conocimiento de la Oficina del Paciente, aunque, como pueden leer en mi exposición, con escaso éxito. Como dijo el poeta "sin salud la vida no es vida, es solo un estado de languidez y sufrimiento". Por ello quisiera denunciar esta situación, para que en un futuro próximo las autoridades del ramo tomen las medidas oportunas que mejoren para todos el actual sistema de salud.