José Ramón Riera, gerente del Servicio de Salud del Principado, admitió ayer en Cabueñes que la actual situación de la atención a enfermos renales en diálisis en Asturias "requiere de un análisis para ver qué está pasando y tomar algunas medidas".

Se refería al hecho de que varias áreas sanitarias, entre ellas la de Gijón, Mieres y Langreo, tienen las unidades de hemodiálisis con picos de máxima ocupación y se dan casos como el del hospital concertado de Cruz Roja de Gijón donde desde el último trimestre del pasado año han tenido que poner un turno de madrugada para dar respuesta a toda la demanda de los pacientes. En este centro gijonés se están atendiendo en la actualidad las necesidades de diálisis de 80 enfermos de riñón, lo que implica haber tenido que disponer cuatro turnos, siendo el más complejo el que implica que los enfermos entren a las once de la noche y salgan a las cinco de la madrugada para hacer la depuración de la sangre.

Riera indicó ayer que también hay un turno de madrugada establecido en Cangas del Narcea, pero en su caso se debe a que "el área tiene pocas máquinas de diálisis, cuatro, y para que los pacientes no sean desplazados a otros hosptiales es casi mejor atenderles allí. Tampoco no se dan las circunstancias para aumentar el número de máquinas puesto que no sería razonable en una ponderación de coste-beneficio".

Para el gerente del Sespa lo importante ahora es "ver exactamente las causas por las que hay más pacientes en diálisis, que no es que sean muchos más que el año pasado ni está ocurriendo en todas las áreas; hay que analizar esa distribución y ver cómo abordar su asistencia de una manera adecuada y cercana a sus domicilios con los recursos que tenemos". Si de ese análisis se entendiera que no es una circunstancia coyuntural, sino que puede hacerse crónica o empeorar con el tiempo "entonces habría que pensar en si hay que aumentar las máquinas de diálisis en algunos lugares de Asturias. Aún no hay soluciones cerradas; hay que ver cómo adecuar recursos", argumentó Riera.

Precisamente los portavoces de la Asociación de Enfermos Renales de Asturias insistieron esta semana en la necesidad de realizar un análisis pormenorizado y con vistas al futuro de la situación de la diálisis en la región, para evitar escenarios más complejos. Una primera puesta en común la tendrán el próximo 27 de enero, cuando está prevista una reunión entre portavoces de Alcer y del Sespa.

En todo caso, José Ramón Riera quiso aclarar que la situación que se vive en la región "no es para que nadie se asuste porque ningún paciente que necesite diálisis se va a ver desatendido". Según el gerente del Sespa, la dotación de Asturias en cuanto a máquinas de diálisis es "muy buena, de las mayores del país". En concreto, "estamos en una cifra de 83 máquinas por millón de habitantes en la red pública, sin contar la dotación complementaria de la red concertada. Se puede decir que la capacidad que tenemos para dar rendimiento adecuado a esas máquinas es grande y no estamos ni mucho menos al máximo de capacidad".

José Ramón Riera, que ayer estuvo en Gijón participando en el homenaje a los jubilados del área, también se refirió al plan de ampliación de Cabueñes y aseguró que la Consejería está ultimando con el Ayuntamiento diversos problemas administrativos, algunos relativos al diseño de movilidades en la parcela de Cabueñes, para poder poner en marcha la licitación.