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LARA HERNÁNDEZ | Exsecretaria de convergencia de IU, participa hoy en "Reunidos"

"La izquierda logró los mejores resultados el 20-D donde se produjo la confluencia"

"Lo importante ahora es ver cómo gestionamos esta nueva época y no pararse a ver si rompió IU o Podemos"

Lara Hernández. JUAN PLAZA

Tiene raíces faimiliares en Oviñana, así que siente a Asturias como parte de su paisaje sentimental. Lara Hernández (Madrid, 1986) es uno de los jóvenes valores de la izquierda. Licenciada en Filosofía, políglota, emigrante en Berlín forzada por la crisis, ocupó la secretaría federal de convergencia de Izquierda Unida (IU) hasta poco antes de la última campaña electoral. Ayer acompañó a Manuel Monereo en Gijón, en un acto organizado por la Sociedad Cultural Gijonesa. Juntos presentaron "(Des)unidos", libro en el que el politólogo e histórico comunista aboga por la confluencia de la izquierda. Ahí, en esa posición, está también Lara Hernández. Ha escrito el epílogo del volumen (el prólogo es de Pablo Iglesias) y hoy participará en Oviedo en el encuentro "Reunidos", un intento de favorecer el acercamiento de Podemos e IU.

-Usted manifestaba poco antes de las últimas elecciones que no existía riesgo de desaparición de IU. ¿Opina lo mismo?

-Bueno, entonces había un posible marco de confluencia estatal, fundamentalmente con Podemos. Mi diagnóstico estaba hecho a partir de que creía que ese proceso era fundamental para la supervivencia de la organización. De ahí mi dimisión. IU está acostumbrada a las travesías del desierto, sin cantimplora, pero ahora es una organización zombi que debe abordar un proyecto político de fundación y no de refundación. Es un debate viejo y la refundación se ha dado ya, y sin IU. Hay que enfrentar la realidad.

-¿Se sintió defraudada tras la última reunión de la dirección federal?

-Lo esperable, tras los resultados del 20-D, es que volviéramos a la rueda de ratón. No estuve presente. Por lo que sé, el debate no está asentado sobre una propuesta firme y concreta. Hay quien no ha aprendido las lecciones del 24-M y del 20-D. Los mejores resultados se obtuvieron donde hubo propuestas electorales hechas desde la confluencia. Estamos en un cambio de época, hay otro marco. Se ha visto en Cataluña o en Galicia, donde las confluencias han abierto nuevos espacios políticos bendecidos por el electorado.

-Alberto Garzón le dio a usted su apoyo. ¿También le ha defraudado?

-Alberto Garzón es un capital político valiosísimo para el cambio y no hay decepción en términos personales. Soy fiel a las posiciones políticas y, por eso, si tomé la decisión de dimitir es porque creo que debemos abrir un debate serio sobre el futuro de la organización y del país. Debimos apostar por la confluencia hasta el último minuto.

-Pero el planteamiento de Pablo Iglesias casi pasaba por un ríndanse ustedes y entren en Podemos...

-Para mí lo interesante no es ver quién rompió. Lo importante ahora es ver cómo gestionamos esta nueva época. Es el momento de entender que en el Congreso de los Diputados hay otra configuración tras las elecciones. La pregunta ahora es si queremos que IU forme parte de ese cambio. Los treinta mil militantes de IU son cuadros imprescindibles para el cambio.

-No se le escapará que hay un sector de IU, y no es pequeño, al que le moslesta cierta "soberbia" de Pablo Iglesias...

-Lo que a mí me molesta es la soberbia de Mariano Rajoy, el falso liderazgo de Pedro Sánchez o Rivera y Ciudadanos como marca blanca del PP. Necesitamos políticos que entiendan que la prioridad son los intereses de la gente. Ésta, tras el 15-M, pide un arrinconamiento de las siglas. Los partidos son herramientas, medios y no fines.

-Bueno, pero hay un sentimiento de la sigla. Hablamos de personas que, en algunos casos, sufrieron prisión por identificarse con el PCE.

-Por supuesto. José Díaz (secretario general del PCE entre 1932 y 1942) fue a Andalucía para quemar papeletas del PCE porque apostaba por la confluencia. Estamos aquí porque muchas personas antes libraron batallas por la democracia. Hay que seguir esa estela, la de Julio Anguita o la de Gerardo Iglesias, personas que han entendido que es hora de que el verdadero proyecto de IU se ponga en marcha. En España, por suerte, la alternativa al bipartidismo ha llegado por la izquierda, y no desde la extrema derecha como en Francia. Para mí es un drama político y personal que IU no se dé cuenta.

-¿Teme que la llamen submarino al servicio de Podemos?

-Ya se nos ha acusado. Me muevo por lo que creo. El Muro cayó y la Guerra Fría ya pasó. No tiene sentido esa lógica de conmigo o contra mí. Hay distintos enfoques y lo que debemos hacer es poner en marcha debates amplios para hacer política en horizontal y no en vertical. Y ésa es una aportación del feminismo a la política. Este Congreso de los Diputados tiene más mujeres que en anteriores legislaturas.

-La imagen de Carolina Bescansa con su bebé...

-La verdadera noticia era el diputado del PP ya expulsado, Pedro Gómez de la Serna, recogiendo su acta de diputado. De eso no se habló. Y también la gran coalición de baja intensidad que, parece, se va a poner en marcha. Respecto a lo de Carolina Bescansa, creo que hay que defender el derecho a la maternidad y a la conciliación de la vida familiar.

-Ha escrito el epílogo del libro de Monereo. ¿Comparte sus posiciones políticas?

-Manolo Monereo es un referente para mí y otras muchas personas de IU, de Podemos y de la izquierda. Es un visionario que en momentos de tormenta orienta siempre bien.

-Monereo es partidario de la confluencia de IU y Podemos, pero ¿cuáles son los pasos a dar?

-Bueno, no siempre compartimos la opinión sobre el momento actual. No es lo mismo hablar de confluencia ahora que antes del 20-D. Hay un cambio radical. Muchos puentes se han roto y será difícil reconstruirlos. Todo dependerá del proceso destituyente que pongan en marcha las élites de este país.

-¿Qué es eso del proceso destituyente?

-Me refiero a que el bipartidismo permita un gobierno en minoría del PP y olvide que un treinta por ciento de la población pide un cambio. Bueno, es posible que tengamos que organizar la movilización social que tanto ha faltado en el último año. Todo lo que la sociedad demanda desde abajo tiene que tener un reflejo arriba. Las fuerzas rupturistas tenemos que hacer un proceso de reflexión a partir del hueco abierto por Podemos. Ahora bien, no creo que haya que reeditar el debate sobre si coaliciones electorales sí o no. De alguna forma, todo eso ya ha pasado

-Mañana (por hoy) tiene previsto participar en la espicha de Oviedo que reunirá a dirigentes y militantes de Podemos, IU e independientes. ¿Encuentros así son el paso para recorrer el camino de la confluencia?

-Lo que debemos hacer, efectivamente, son actos así. Sentarnos a debatir sobre los cambios que necesita este país y sobre el futuro. Hay que habilitar foros de debate en los que quepan todas las partes, rojos, verdes, gentes del 15-M, sindicalistas... La nueva etapa política requiere que hablemos de la movilización social.

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