El gijonés Alberto de las Fuentes Suárez, de 44 años, licenciado en periodismo por la Universidad de Navarra y máster por esta universidad y el IESE, decidió hace cinco años dar un giro a su vida y trasladarse a Panamá, donde fundó la Agencia de Consultoría Innova S.A., que ofrece servicios a las empresas españolas que quieren implantarse en Latinoamérica. Este empresario está impartiendo estos días en la Cámara de Comercio de Gijón el curso "Abriendo mercados en Latinoamérica; mitos y realidades".
-¿Qué ofrece en su curso?
-Lo que queremos es trasladar a las empresas la experiencia real de la internacionalización en Latinoamérica, que tiene muchas luces y puntos oscuros. Queremos contarles la realidad para desmitificar.
-¿Cuál es la imagen que tiene habitualmente el empresario de esos mercados?
-En general, hay una imagen de que son mercados que están muy atrasados, lo cual a veces es erróneo. Son mercados donde hay oportunidades muy importantes, pero en los que hay que hacer las cosas de una forma organizada y con paso firme.
-¿Cuáles son las luces?
- Se encuentran buenas oportunidades de negocio. Por ejemplo, en Perú hay un plan del gobierno para hacer 270 centros sanitarios en cinco años o en Panamá se prevé abrir la segunda mina más grande del continente, para extraer 300.000 toneladas de cobre al año. Hay oportunidades importantes para compañías proveedoras de productos y servicios a la minería, para ingenieras o para empresas de calderería pesada. Son sectores en los que somos fuertes en Asturias.
-¿La internacionalización es para cualquier empresa?
-A partir de uno o dos millones de euros de facturación anual un empresario ya debería plantearse que le merece la pena tener una presencia exterior y a partir de 10 millones, sin duda.
-¿Por qué optar por Latinoamérica para la internacionalización?
-Hay 500 millones de personas concentradas en una misma región geográfica que hablan español. El problema es que el español en general, su universo mental está encerrado en un país de 40 millones y en un mercado que está estancado. Nosotros queremos transmitir a las empresas que tienen que pensar en tener un 30% o un 50% de sus ingresos en el exterior en cinco o siete años. Y Latinoamérica es un mercado en crecimiento, de 500 millones de personas, que está pasando las etapas que en España vivimos en los años 70, 80 y principios de los 90.
-¿Y cuáles son las sombras?
-Desorganización, corrupción y mano de obra y proveedores poco cualificados.
-¿Y la posibilidad de que las empresas que quieran instalarse allí lleven trabajadores desde Asturias?
-Es una posibilidad que sale cara y normalmente está limitada por la legislación de esos países. Al final, tienes que llevar a algunos que transmitan el saber hacer.
-¿Si hay tantos problemas, por qué no producir aquí y exportar?
-Eso tiene la ventaja de que es más sencillo, pero el día que te sale un competidor local o se instala en el país un competidor, acabas fuera del mercado. No sólo por precio, sino porque alguien que está allí da más servicios. Para exportar desde Europa tienes que tener un producto tecnológico o muy sofisticado.
-¿Cuál cree que es la mejor estrategia para una empresa que quiera implantase en uno de esos países?
-Hacer un plan a largo plazo y no pretender hacer una inversión muy fuerte de mano, sino hacer inversiones sucesivas más pequeñas.
-¿Y la corrupción?
-Yo recomiendo a las empresas que no intenten tomar atajos. Más vale ir por el camino largo y seguro y hacer las cosas bien. Hay quien piensa que Latinoamérica es Jauja, pero hay un presidente de Perú en la cárcel, otro en Guatemala y uno de Panamá que no puede regresar al país y tiene un proceso abierto. Sólo en Lima hay 24 fiscalías anticorrupción. Hay mucha corrupción, pero se persigue.
-¿Cuál es el atractivo de Latinoamérica para un empresario, frente a la opción de países europeos?
-Europa está cerca, pero son mercados muy maduros, donde entrar y colocar un nuevo producto o un nuevo servicio cuesta. Latinoamérica ofrece más oportunidades. Ningún país europeo va a construir 500 hospitales. Además, en Latinoamérica tenemos la ventaja del idioma y es una zona con un crecimiento importante asociado a la creación de una clase media: En la última década 50 millones de personas han salido de la pobreza y han entrado en clase media en Latinoamérica, lo que supone un mayor nivel de consumo y de necesidades. Es un mercado que guarda cierto parecido a algo que vivimos en España, lo que permite que haya empresas que pueden ofrecer allí lineas de productos que ya están descatalogados en España.
-¿Qué papel cree que tienen que jugar las Cámaras en la internacionalización empresarial?
-El papel de las Cámaras y también de Asturex y otros organismos, es sobre todo mejorar la información que tenemos aquí de lo que sucede allí.
