No sólo de Cabueñes y sus objetivos habló ayer Miguel Martínez. De hecho, comenzó por admitir que la "potenciación de la atención primaria" está en primera línea de acción. Eso incluirá, dijo, mejorar algunas infraestructuras y centros que "están justos de espacios y tienen déficits de confortabilidad". También se va a hacer revisión de las plantillas "en función de las tarjetas sanitarias y la demanda. Porque no es lo mismo que un profesional tenga 1.500 tarjetas sanitarias adscritas en un centro o en otro". Se buscará, además, dotar de más medios a los centros de salud "para que puedan ser más resolutivos", como por ejemplo con la formación en lecturas ecográficas, y anunció que se seguirá con la descentralización del tratamiento anticoagulante oral (el popular Sintrom).