La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

SIR HARRY BURNS | Exdirector médico de la comisión de salud de Glasgow

"Hay doctores para tratar la enfermedad, pero pocos para crear un bienestar real"

"Escocia no es el caso de Cataluña; allí la gente quiere independencia para mejorar socialmente, no por un argumento político"

Harry Burns, ayer, en Gijón. JUAN PLAZA

Harry Burns ocupó el puesto de director médico de la comisión de Salud de Glasgow entre 1994 y 2005. Y en 2012 recibió el prestigioso título de "Sir" (Caballero), por su contribución a la salud pública. Desde hace años es profesor en la Universidad de Strathclyde, en Glasgow, donde continúa su interés por entender cómo las sociedades crean bienestar. Estudiar cómo incrementarlo es su obsesión. Hoy dará una charla a las 19:45 horas en el Colegio de la Inmaculada bajo el título "El Bienestar y sus causas".

-¿Cómo se consigue el bienestar?

-Cuando pensamos en salud lo relacionamos con la enfermedad. Pensamos que la salud es no estar enfermo. Pero el bienestar es algo más. Tenemos doctores que trabajan o engañan a la enfermedad, pero hay pocos dedicados a trabajar en la creación de un bienestar real.

-¿A qué dificultades nos enfrentamos para que se pueda conseguir que tengamos hábitos más saludables?

-Tenemos una sociedad que lo busca es una calidad de vida: no fumar, no beber demasiado y comer de forma saludable. Lo que nos encontramos es que si hay un cupo en la sociedad que no tiene esperanza y vive en violencia, sin trabajo y con unas condiciones mínimas, ¿cómo vamos a pretender que tengan unos hábitos saludables? ¿Qué esperanza hay en dejar de fumar, beber o dejar la comida basura? Lo que se tiene que hacer no es tanto luchar contra la enfermedad, sino lograr que la gente tenga una mejor esperanza de vida, de manera que ese grupo de personas se meta en la sociedad y se les obligue a tener algo por lo que luchar.

-¿Cómo explica las complejas interrelaciones existentes entre el estatus social y económico con respecto a la enfermedad?

-Pues con ejemplos de familias que viven en situaciones complicadas. En ese sentido de caos, de estar al límite, los niños son más propicios a padecer enfermedades mentales y tener un riesgo de fallo en el colegio, de suspender o ser incluso expulsados. Y posteriormente existen más posibilidades de consumo de drogas y violencia y de terminar en prisión y tener problemas con la ley. Se forma un círculo porque esos adultos van a tener hijos en esa situación. Y hasta que no revirtamos esa situación con familias cuyos hijos tengan control sobre sí mismos, no podrán salir de ese círculo vicioso.

-¿Cómo se podría revertir esa situación? ¿Deberían intervenir los gobiernos políticos de alguna manera?

-Hemos descubierto elementos bioquímicos que están relacionados con el riesgo de consumo de drogas o violencia. Tenemos el patrón bioquímico de lo que nos pasa para llegar a esta situación. Pero de cara a encontrar soluciones, el gobierno lo máximo que puede hacer es decirle a la gente cómo debe actuar. Lo que hay que crear es gente educadora de la gente. Nuestra idea era convertir Escocia en el mejor sitio para crecer. Tenemos colaboradores en distintos Ayuntamientos de Escocia. Allí se plantean cambios mínimos educativos para niños pequeños de hasta seis años. Se prueban entre cerca de un millar de niños, profesores y personal educativo, y si funcionan se aplican ya a todos.

-¿Qué conclusiones sacaron de esas medidas?

- Los dos primeros años que se aplicaron medidas así, el número de niños nacidos fallecidos se redujo un 15% y el de los niños que mueren en el primer año de vida también bajó en un porcentaje similar. Ahora estamos trabajando en que todos los niños tengan un desarrollo normal hasta los cinco años. Para conseguir ese desarrollo, en ese periodo hay que tratar cosas pequeñas como contarles cuentos, enseñar a los padres que nunca fueron padres a que lo sean o hacer que tengan una seguridad económica. Son en torno a unas 500 medidas de mejora que se prueban, y que si funcionan se aplican a todos para el desarrollo de los niños de tres a cinco años.

-¿Es la contaminación el gran problema de salud al que nos enfrentamos a nivel global?

-Por supuesto que tenemos que tener controlada la contaminación, que el agua esté limpia o que no se fume en lugares públicos, pero debemos siempre afrontar un problema y una solución. Hay que hacer cosas muy pequeñas para que se pueda llegar a un estado mejor.

-Ha vivido desde cerca el referéndum de independencia de Escocia, con un resultado de un 55% en contra por un 45% a favor, ¿Cómo valora el resultado? ¿Ve alguna similitud con la situación que se está viviendo en España con Cataluña?

-La gente que tiene menos recursos y una expectativa menor de vida votó mucho más al sí a la independencia que la gente que tiene mayores recursos y vive más, está más acomodada y no pide ningún cambio. La gente desea la independencia porque cree que se puede cambiar algo más la situación actual y para mejor. Voté al sí por eso, por buscar un bienestar mejor. No creo que este caso se pueda aplicar a Cataluña, porque en Escocia el argumento es puramente social y no político. Los conservadores quieren que Inglaterra salga de la Unión Europea. En caso de que salga, Escocia votará sí a la independencia para luego volver a entrar. Y opinamos así en Escocia porque buscamos el bienestar de nuestra sociedad, no por un enfrentamiento político.

Compartir el artículo

stats