Los vecinos de Serín siguen esperando soluciones y persisten en su denuncia de la falta de limpieza y arreglos que precisa la carretera AS-326, en el tramo entre Tabaza y Tremañes, y que dificulta sus quehaceres diarios. Ir al trabajo o intentar acceder a sus casas se ha convertido en tarea difícil desde hace unos años. Más aún cuando llueve que el terreno se inunda en muchos tramos que obliga a los vecinos a tomar rutas alternativas y más largas.

"Es una carretera sin arcén, sin señalización ninguna, con múltiples baches que se llenan de agua cada vez que llueve y se forman auténticas piscinas. Las cunetas están sin limpiar y las alcantarillas se llenan hasta rebosar. La mayor parte de los días no se puede pasar con el coche, hay accidentes cada poco, salidas de la carretera y nadie hace nada. Estamos hartos de decir lo que pasa", denuncian desde la Asociación de Vecinos de San Miguel de Serín.

Primero se pusieron en contacto con la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente. La denuncia viene motivada, además, "porque ni se arregla ni se limpia desde hace más de 20 años", reclaman tras haber denunciado la precariedad del tramo de la AS-326 infinidad de veces. "Sólo hemos obtenido el silencio por respuesta. Mandamos un escrito hace dos años, también el pasado, todos por carta e incluso correos electrónicos, denuncias en prensa y muchas quejas individuales de los vecinos. Ni una sola respuesta", insisten.

En su lucha buscaron ayuda en el Ayuntamiento de Gijón, que a pesar de no ser competencia municipal "se han comprometido a intentar intermediar ante la consejería después de que les enviásemos una carta explicando la situación. Esperamos que de resultado", apuntan desde la parroquia de Serín que describen la zona y situaciones de peligro que consideran cotidianas. "Es tan estrecha que los camiones muchas veces invaden el carril. No hay accidentes más graves porque Dios no quiere", explican.

Además tienen el temor de que su problema se perpetúe en el tiempo y no se arregle hasta que se dé una solución a los terrenos de la Zalia. "¿Y si tardan 20 años en hacer los accesos, qué hacemos", temen los afectados.

Tal es el hartazgo de los vecinos y la ausencia de respuesta por parte de la autoridad competente que ya planea organizar futuras movilizaciones. "El lunes dan lluvia y volverá a suceder lo mismo, la gente ya no puede más. Necesitamos una solución urgente", mantiene.

Para ello, el próximo miércoles, 24 de febrero, a las 18:00 horas en el local social de la asociación, han organizado una reunión a la que están llamados todos los vecinos y afectados en general para fijar un calendario de movilizaciones que ayude a encontrar una solución que satisfaga sus demandas y evite accidentes.