Primera condena relacionada con el crimen de Nuevo Roces. El acusado de acabar con la vida de Andrés V. B. -un gijonés que fue asesinado a cuchilladas en su domicilio en septiembre de 2014 por un desencuentro relacionado con el trapicheo y el consumo de heroína-, acaba de ser condenado a cuatro años de cárcel como presunto responsable de un delito contra la salud pública. Junto a él se sentó en el banquillo J. L. C., considerado cómplice de asesinato y que en este primer juicio también ha sido penado con tres años de prisión por venta de estupefacientes.

Este primer proceso judicial tuvo lugar después de que durante la investigación del asesinato los policías que llevaban el caso se encontraran en el domicilio del cómplice y en el coche de la víctima varias cantidades de heroína y una balanza de precisión que, a juicio del tribunal, demostrarían que los acusados se dedicaban al tráfico de estupefacientes.