"Le estamos ofreciendo hacérselo al precio de los chinos y no nos dan respuesta; no sabemos lo que pretenden". De esta forma explicaba ayer un representante sindical de Gijón Fabril el último intento para conseguir aumentar la carga de trabajo de la factoría, evitando su cierre. El precio chino al que se refiere es una rebaja del 30% en un juego de moldes para la multinacional vidriera.

Gijón Fabril está en concurso de acreedores al haber decidido su propietario que la empresa era inviable por no poder competir con los precios de las fábricas de moldes para la industria del vidrio de China y del este de Europa. Hasta este año Verallia había sido el principal cliente de la fábrica gijonesa. La venta de Verallia por Saint Gobain a dos fondos de inversión motivó que dejara de hacer pedidos. Los trabajadores desconfían de esa explicación del empresario, que tiene varias fábricas más en Cataluña, dos de las cuales hacen el mismo tipo de productos de Gijón Fabril.

Dos empresas, una francesa y otra de Gijón están estudiando adquirir la factoría de Porceyo. El administrador concursal de Gijón Fabril no despedirá a los 48 operarios mientras tengan trabajo. Les queda para semanas.