La patronal asturiana del metal, Femetal, salió ayer en defensa de la regasificadora del puerto de El Musel, después de que el Tribunal Supremo declarara nula la autorización para construirla. El presidente de esta asociación de industriales, Guillermo Ulacia, defendió la puesta en marcha "lo antes posible" de la instalación, levantada por Enagás y sin uso alguno desde 2012. Elportavoz de los patronos metalúrgicos de la región reclamó que se hagan los trámites legales urbanísticos necesarios para que pueda ser legalizada y que no se genere una situación de incertidumbre.

La misma tesis defendió el vicepresidente de Femetal y presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, que también resaltó que considera que esta instalación puede tener utilidad. "Estoy convencido y más que nunca, del futuro la regasificadora y hay que hacer un esfuerzo para que realmente lo tenga", señaló. A su entender, puede ser una instalación esencial para contribuir a la estabilidad energética de Europa, gracias a su conexión con la red de gas del Viejo Continente.

En una línea muy similar, Guillermo Ulacia defendió que la regasificadora gijonesa es "un activo muy importante". Y abogó, incluso, por buscarle nuevos usos. "Una de las iniciativas que le han adjudicado a Enagás, y que probablemente ponga en marcha aquí, es lo que se llama 'bunkering' , es decir, ver la posibilidad de que los barcos cuando atracan en el puerto puedan estar alimentándose de gas que no contamina y dejen de esa forma de consumir combustible", destacó Ulacia, "con lo cual tendremos no solo el acceso al mercado que da la regasificadora sino una aplicación práctica que podría ser una oportunidad para que la planta se ponga en marcha".

Los empresarios del metal urgieron a que se pongan en marcha de forma inmediata los trámites para legalizar la regasificadora. "Es necesario que empiece a facturar porque tener ahí una inversión retenida no es lo más adecuado", destacó Ulacia. También señaló que en el Plan Estratégico de la Autoridad Portuaria de Gijón se incluye el convertir el puerto como base de suministro de gas natural a los barcos. Una apuesta que contempla también la Unión Europea.